Alejandro Rosas y Rafael Tovar y de Teresa conversan en Oaxaca sobre los claroscuros de Porfirio Díaz

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México, DF.- En el marco de las actividades realizadas en Oaxaca para conmemorar el centenario luctuoso de Porfirio Díaz, los historiadores Alejandro Rosas y Rafael Tovar y de Teresa —presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes— conversaron sobre los claroscuros de este histórico personaje, en el Teatro Macedonio Alcalá.

Aunque el encuentro se centró en el libro de Tovar y de Teresa El último brindis de Don Porfirio, que aborda las fiestas del Centenario de la Independencia de 1910 y describe que en esas fechas se realizó una valoración pública, nacional e internacional, de la etapa final del mandato de Díaz, ambos especialistas reflexionaron sobre el significado de Díaz y su gestión, a 100 años de su muerte.

En su participación, el presidente del Conaculta dijo que existe un lado poco conocido de Porfirio Díaz sustentado en documentos, como el hecho de que al terminar su mandato dejó en las arcas públicas 63 millones de pesos en oro, cantidad importante para la época, además de una detallada comprobación al Congreso de la Unión de todo lo que se había gastado en los festejos del Centenario, incluso del desarrollo arquitectónico de todos los monumentos que se erigieron.

En su charla, Tovar y de Teresa compartió con Alejandro Rosas la existencia de un documento que revela el traslado de todos los activos de Porfirio Díaz, desde México al Banco de Londres, por un millón 506 mil pesos, “cantidad muy sobria para alguien que gobernó México durante 30 años”.

Al respecto, Alejandro Rosas preguntó a Tovar y de Teresa “¿Cuál es el Porfirio que tenemos que ver en el 2015?”, a lo que respondió: Es necesario conocer a Porfirio Díaz en toda su complejidad, porque fue un hombre inserto en una época de guerras e intervenciones en la que hubo excesos y represión.

Tovar y de Teresa agregó que hay muchos aspectos que hablan de ese otro rostro de Porfirio Díaz, como la carta que escribe desde su exilio a su amigo Enrique Fernández Castelló donde le comenta que al final de su mandato no quería que corriera más sangre de mexicanos por mexicanos.

En su oportunidad, Alejandro Rosas coincidió con el autor del libro en que la figura de Porfirio Díaz jugó un papel relevante, acorde con el tiempo que le tocó gobernar a México.

Recordó que después del levantamiento en su contra, Porfirio Díaz le refiere a Federico Gamboa: “Me siento herido, una parte del país se levantó en armas para derrocarme y la otra se quedó cruzada de brazos para verme caer”.

“Fue un personaje con sentimientos muy encontrados que se llevó muchos secretos a la tumba, lo cierto es que en su última etapa sí se vislumbra el profundo resentimiento que tenía.

“En sus cinco años en el extranjero siempre estuvo preocupado por la situación que se vivía en el país, tiene noticias de Villa y Zapata y sigue los acontecimientos desde una perspectiva más amplia en la que también miraba cómo esos acontecimientos se insertaban con el resto de los países del mundo”, finalizó Alejandro Rosas.

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