Blanquita un milagro de vida

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Las Choapas Ver.

Juan Manuel Jiménez García

Blanca Estela es la menor de 3 hermanos, ella padece de hidrocefalia, y aunque los médicos le vaticinaron pocos años de vida, con el amor de su familia ha podido llegar hasta los 12 años, su madre Consuelo platica  sobre esta situación y dice no perder la fe en que su hija sane.

Los encontramos en la puerta principal de palacio municipal donde fueron a pedir ayuda para ser trasladado al Hospital Comunitario de la ciudad de Coatzacoalcos, se veían cansados después de tres largas horas de camino, viven en una comunidad llamada Nacimiento, una de las zonas más apartadas de la cabecera municipal.

Los dejamos que desayunaran un pollo rostizado que minutos antes una persona les había traído, porque desde tempranas horas salieron de su hogar, que por cierto tuvieron que pagar la cantidad de mil pesos, ya que les urgía llegar a tiempo a su cita con el medico porque de no hacerlo le cambian la fecha.

El padre de Blanquita es dé pocas palabras, contesta lo necesario, a veces con monosílabos, en cambio su madre refleja la valentía que se requiere en estos casos, nos narra que su embarazo fue normal como había sido los dos anteriores, por no contar con los recursos y porque en ese tiempo los ultrasonidos no estaban a la mano como lo está ahora.

No se percataron del problema de Blanquita sino hasta que nació, hace una pausa y sus ojos se le humedecen pero contiene las lágrimas, prosigue su relato ahora con la voz entrecortada, pero de nuevo cuenta saca el carácter para no doblarse y nos dice los siguiente;

“cuando nació fue difícil,  mi esposo y yo nos echamos la culpa de su enfermedad, pensamos inclusive que había sido un castigo de Dios, pero pronto nos dimos cuenta que era al revés, que había llegado una bendición  a casa y que teníamos que aceptarla.

Empezamos a visitar doctores en varias partes del estado, algunos nos daban esperanza, otros nos decían que no viviría más de un año, decidimos esperar la voluntad del Señor pero luchando y no dejar que esto nos venciera, un cambio en  nuestras vidas, al principio fue difícil pero al paso de los años nos acostumbramos y Blanca paso a ser otro miembro de la familia”.

En momento de la entrevista apretó los puños y se tocó la cabeza, quizás porque los que nos dijo a continuación era lo que más le dolía;

“Empezamos a quedarnos en casa porque la gente inclusive, los familiares veían con ojos de curiosidad a nuestra hija, fuimos discriminados y mal vistos en algunos lugares donde se reunía la gente, ellos decían cosas feas de Blanca, no les importaba que nosotros, sus padres y hermanos escucháramos.”.

Nos dice que cuando se encontraban en un momento delicado en la relación de familia, unas personas de la iglesia se acercaron a nosotros y pidieron orar por la salud, les dijeron que no perdiéramos la fe, que Dios iba a ser el milagro, al pasar el tiempo se desanimaron porque la condición de su hija empeoraba.

Nos cuenta que el sufrimiento de ver en esas condiciones a Blanquita, se sumaba la falta de dinero porque Porfirio, padre de  Blanca, trabaja en las labores del campo y no alcanzaba para todos los gastos ocasionado por su enfermedad, por este motivo se le dejo de brindarle algunos tratamientos que requería.

Cada 6 meses tiene que juntar la cantidad de 6 mil pesos, para acudir al tratamiento en la ciudad de Coatzacoalcos, en esta ocasión será un poco más ya que tienen que pagar la resonancia magnética.

Hay situaciones que la madre de Blanquita no entiende por ejemplo que el programa Federal Prospera le haya quitado el apoyo solo porque la niña no está en la escuela, a pesar que tiene necesidad de pañales, alimentación especial y otros medicamentos.

Para finalizar nos platica que pronto será el día de las madres, pero que estará en el hospital atendiendo a su hija y para ella eso es su mejor regalo.

Antes de ser llevadas a Coatzacoalcos, agradeció las muestras de apoyo de varios ciudadanos que se acercaron para darle ayuda económica, otros compraban artículos para la niña, la mayoría les deseaba fortaleza y fe para enfrentar esta situación.

Ella estará varios días en el Hospital Valentín Gómez Farías, la ayuda se requiere, se necesita, si usted quiere colaborar, puede acudir a las oficinas de Protección Civil para canalizar su aportación.

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