La boca es una de las partes más importantes del cuerpo. Cualquier problema que la afecte puede dificultarle comer, beber o hasta sonreír y deben ser tratados inmediatamente con un especialista para no perjudicar los dientes. Sin embargo, a menudo los problemas bucales significan mucho más que un problema oral: pueden indicar la presencia de enfermedades en el cuerpo.
Un ejemplo bastante común son las encías blancas, que pueden ser un síntoma de anemia, una carencia nutricional que debe ser tratada para no conllevar a otras enfermedades. A su vez, el dolor en los dientes no necesariamente es una caries o problemas en las piezas dentales, sino que podía representar una sinusitis.
Las mujeres con más de 40 años deben quedarse atentas a problemas como la sequedad bucal, un síntoma que muchas veces acompaña la menopausia. La periodontitis también puede ser una primera señal de osteoporosis, uno de los trastornos más frecuentes durante la etapa de la menopausia y cuya causa es la mayor fragilidad de los huesos.
Especial atención se debe poner en la aparición de llagas o úlceras en la boca. Las primeras, cuando no cicatrizan, pueden ser un síntoma de carencias nutricionales o problemas gástricos, aunque es muy importante consultar al médico o al dentista ya que también pueden indicar una posible presencia de cáncer oral.
Además, el mal aliento podría significar mucho más que una mala higiene bucal. La halitosis puede esconder detrás un problema de diabetes tipo 2 o un problema de mal funcionamiento del hígado o del riñón.
Mantenerse atento a todos los síntomas orales y cuidar de la salud bucal es fundamental para garantizar una perfecta salud del cuerpo.
