La historia de hoy… La carrera de caballos entre el Moro y La Bety

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Villa Cuichapa Moloacán Ver.-

Lázaro Cruz García

Quienes tengan más de 50 años recordaran esta historia de una carrera muy afamada que se dio en el año de 1976 en donde hoy se encuentra la avenida Insurgentes de la colonia Aviación.

Eran los años de bonanzas de PEMEX y del sindicato petrolero florecía un gran auge de trabajo debido a la perforación de pozos petroleros, terminaba su sexenio Luis Echeverría Álvarez para dar paso a José López Portillo como presidente de México.

En Veracruz gobernaba Don Rafael Hernández Ochoa mientras que en Cuichapa los lideres eran Don Teodoro Alor Ramos y Don Arturo Pola Vera.

En los años 1970 y 1980 fueron los tiempos de mayor auge en la industria petrolera de la región. En el  campo de Cuichapa  se llegaron a perforar más de 150 pozos petroleros, llegando la producción a más de 60 mil barriles diarios, se inicia la  construcción de la estación de gas  compresoras en la colonia 18 de Marzo y Aviación en donde se instalaron 18 máquinas de alta Potencia para compresión y bombeo de gas a la planta criogénica de la Venta Tabasco.  Para 1971 se  contaban con 19 equipos de perforación y seis de reparación y terminación de pozos, en este mismo año se construyeron las baterías poniente Cuichapa de recepción de crudo 1, 2, y 3.

La historia registra una gran bonanza entre 1970 y 1980, pues bueno, volviendo  al año 1976 que es el que nos ocupa narraremos los pocos datos que nos pudieron aportar dos personajes que revivieron esta gran historia a petición de algunos lectores, se trata de don Isidro Delgado Delfín y Don Renato Loyo Meza.

La historia de una carrera de caballos y quizás una de las más famosas de la región sur del estado de Veracruz, si amigos la carrera de un bonito corcel llamado el Moro propiedad de Don Arturo Pola Vera y una yegua llamada La Bety propiedad de Don isidro Delgado Delfín.

Aquel Moro que paseaba don Renato Loyo por toda la avenida Carranza e Insurgentes era un ejemplar nunca antes visto en Cuichapa, había sido traído de Soledad de Doblado en donde había ganado varias carreras en la zona de San Andrés Tuxtla, para los apostadores aquel caballo era el mejor, y era garantía de triunfo y de ganar dinero por las apuestas.

Mientras que La Bety una yegua propiedad de don Isidro Delgado Delfín había nacido en el rancho Los Gavilanes ubicado sobre la carretera Cuichapa Tlacuilolapan.

La Bety también ya había ganado algunas carreras en Minatitlán, Corral Nuevo y  Rodríguez Clara por lo que sus seguidores la tenían como un ejemplar de buen nivel.

Sin que se precise exactamente la fecha se pactó una carrera entre el Moro y la Bety fue un domingo ambos correrían 200 varas castellanas el Moro montada por Don Gustavo el Pipe, famoso por sus ricos y deliciosos mixiotes, mientras que la Bety fue montado por Sirio Hernández (+).

Para Don Renato estos momentos de la carrera vinieron a su mente, los carriles fueron habilitados y como aquel famoso corrido del Moro Cumpas a Cuichapa vino gente de donde quiera, desde San Andrés Tuxtla hasta Las Choapas, nadie se quería perder aquella carrera los corceles se paseaban en los carriles mientras que las apuestas se multiplicaban al tres por uno a favor del Moro, ahí muchos pensaban que la Bety no tenía nada que hacer y que perdería la carrera.

Cuando se dio el arrancón ambos salieron al parejo, las 200 varas castellanas iba a quedar pulverizada en pocos minutos, después de que muchos viajaron muchas horas al venir de diferentes puntos de la región, a las 100 varas La Bety le sacaba una cabeza de ventaja al Moro que con el paso de fue incrementando y al llegar a la meta el triunfo era inobjetable había ganado claro como se dice en el argot de las carreras casi un cuerpo le saco de ventaja; La Bety Habia ganado, para los presentes fue algo emocionante e inolvidable como no los narra Doña Luisa esposa de don Isidro fue algo que lo llevaremos hasta la tumba porque aquella carrera había traído un público que no se había visto en otras carreras de la región fue una carrera que sobre paso las expectativas, una carrera que quizás muchos hoy recordaran.

Aunque después de para ambos caballos vinieron algunos triunfos La Bety ganó una carrera también famosa en los carriles del kilómetro cuatro contra un caballo rucio que pastaba en el kilometro17  y que era propiedad de Don Daniel Ortiz quien pactó esta carrera donde también la Bety se impuso.

La Bety murió de un padecimiento de los riñones en el rancho los Gavilanes y el Moro se fue a Tuxtla Gutiérrez Chiapas donde ya no se supo más de él.

 

 

 

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