Por El Bicho Politicón
El domingo era todo fiesta, el líder del clan estaba presente, los abrazos, los saludos, las selfies, no faltaron los discursos contundentes contra la corrupción y el compromiso (¿ahora sí?) de que van a ser diferentes, de que van a cambiar para servir (¿ahora sí?) a la gente.
¡Ah pero qué terca es la realidad! Desde Brasil llegaban las notas sobre Odebrecht y las corruptelas en Pemex y el cañonazo de 10 millones de dólares a Emilio Lozoya para agilizar unos contratos millonarios para la empresa.
¿Qué raro es todo esto? Antier, estaban muele y dale con Eva Cadena y su medio millón, Morena y el Peje; ayer, hasta en la sopa se veía a Rafa Márquez y a Julión Álvarez por estar en una lista; hoy, no veo la misma intensidad de la prensa “libre” sobre la corrupción en la paraestatal y de un soldado del PRI. ¿Pues con qué vara miden los medios de comunicación? ¿Tienen el valor o les vale?
El juego se llama “Pégale al Peje y a Morena” y van a salir con lo mismo de siempre, que si el Peje es un peligro para México, que si se parece a Maduro y a Trump juntos, luego saldrá algún video donde se vea a un ‘importante’ miembro de Morena recibiendo alguna suma (que los corruptos priistas se gastan en dulces) con la supuesta encomienda de entregársela al Peje en sus propias manos y jaladas por el estilo.
Y lo repetirán todo el día por los medios de comunicación en pleno uso de sus “libertades” informativas… mientras, las noticias de los miles de millones de pesos que se roban esos nuevos-nuevos priistas se perderán en cinco líneas de las páginas interiores del periódico, o lo dirán así como no queriendo después de las notas deportivas.
Pensarán que están con ciudadanos del siglo pasado, por lo menos aquí, en Moloacán y en todo el sur del estado, ya nos libramos de esos caciques de pacotilla y se van a ir a la banca por mucho tiempo. Vamos pues a librarnos de esos corruptos, vamos a ponerlos donde se merecen…
Aunque usted no lo crea, la campaña rumbo a la presidencia 2018 ya empezó.
Pues eso.
