Por El Bicho Politicón
Ayer dejé en el tintero un factor más: el miedo. El cacique jugó a infundir miedo dentro de su clan, miedo a los beneficiarios de los distintos programas, no contaba que hasta ellos estaban hartos de sus corruptelas y de la prepotencia de sus allegados, no hubo mejor aliado en la oposición que la presencia del prepotente secretario del ayuntamiento en los eventos de Mamá Tere.
Pasando a otras cosas, ya lo decíamos aquí cuando se libraron las órdenes de aprehensión en contra de Javier Duarte, que había muchos presidentes municipales que tenían que poner sus barbas a remojar, ahora, con el derrumbe del PRI, las instancias judiciales estarán muy activas y tendrán que buscar hasta por debajo de las piedras a los, hasta ahora alcaldes, que las cuentas no les cuadren.
No dudaría ni por un instante que, más de uno, se haga ojo de hormiga, por lo que recomiendo tenerlos a marcación personal para evitar lo que llamo “ratas en fuga” y así evitar la penosa búsqueda en otros países con el innecesario gasto de recursos humanos y materiales.
Ya están avisados pues, para que no se llamen ignorantes de la realidad.
Pues eso
