Por El Bicho Politicón
A raíz de los últimos acontecimientos, donde se ha visto involucrado el gobierno federal y sus instituciones, me da la impresión de que mi México no es el México de los altos funcionarios, por que mire usted, The New York Times (periódico muy influyente en EUA) publica que el gobierno mexicano ha espiado a periodistas, luchadores por los derechos humanos, personalidades y hasta a mi abuelita.
El periódico da fechas, montos, involucrados, muestra los contratos, total, que no hay duda de que el espionaje existió; ¿qué responde el gobierno mexicano? “Yo no fui, pero que los agraviados denuncien si tienen pruebas”. Oiga usted, cosa juzgada, además una respuesta sin las formas institucionales, Daniel Millán Valencia, Director General de Medios Internacionales, de la presidencia de la República, fue al baño, redactó una nota explicatoria para The New York Times, la imprimió y ¡listo! No pasa nada.
El Procurador General de la República declaró en la ONU que el problema del crimen organizado ya no es un problema de seguridad nacional, es un simple problemita de seguridad pública, casi como pasarse un alto o beber en la calle, ¿y los miles de muertos procurador? “No pasa nada, ya no son problema de seguridad nacional”.
A este paso, para la siguiente semana va a salir la SEDESOL a declarar que la pobreza no existe y dentro de quince días, el secretario de Hacienda dirá que somos la primera economía del mundo mundial y, así, a punta de declaraciones, t-o-d-o-s l-o-s p-r-o-b-l-e-m-a-s estarán resueltos. Genial, ¡viva la declarocracia!
Pues eso.
