¡OIGA USTED… PERDER EL TIEMPO?

0
556

Por El Bicho Politicón

A estas alturas de la descomposición social, todos hemos sido víctimas de la delincuencia, en consonancia con lo anterior ¿cuántas denuncias se levantan en el ministerio público?, a no ser aquellas que se siguen de oficio, la verdad es que muy pocos delitos son denunciados ante las autoridades correspondientes.

A menudo escucho spots por radio y televisión alentando a la gente para que denuncie ante las autoridades los delitos de que son víctimas, debo decir que la campaña esa es un fracaso, le voy a decir porqué, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE 2016) 93.7 % delos delitos no generaron una denuncia o averiguación previa. Casi 94 delitos de 100 no se denunciaron.

Llegado el caso de que sea de las seis personas que presentó su denuncia la cosa se pone terrorífica, 99 de cada 100 denuncias no llega a nada, lo que retrata de alguna manera por qué la gente no denuncia, en palabras sabias de mi tía Cleta “es una perdedera de tiempo, de todos modos no hacen nada”.

Ojo, esto no es una percepción, es la cruda realidad de que el sistema de justicia no funciona, lo que se traduce en la percepción donde el 90% de los mexiquenses vivan con miedo, en Veracruz es solo el 80%, y de que el aparato judicial es corrupto, las procuradurías de justicia, los jueces, la Policía Federal, las policías estatales y las municipales son todas percibidas como autoridades corruptas.

En resumen, estamos a merced de la delincuencia, ya sea la organizada desde la periferia gubernamental o la desorganizada desde las cloacas gubernamentales. Vivimos en el desamparo y tanto que cuesta mantener a ese aparato inservible.

El nuevo sistema de justicia penal acusatorio ha venido a complicar aún más la cosa, no precisamente por el sistema en sí, sino porque se requiere aplicar protocolos, para los cuales, no tenemos policías preparadas, vaya ni siquiera ministerios públicos competentes, es como poner a manejar a un cavernícola un automóvil, seguro que nos va a decir que eso con qué se come.

Ahora sí, como decía mi bisabuela Tencha: “que dios nos coja confesados”.

Pues eso.

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here