¿OIGA USTED… PRIMEROS AUXILIOS II!

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Por El Bicho Politicón

Como apunté el día de ayer, los primeros auxilios que se le presten a un herido son de vida o muerte y, muchas de las veces, la muerte es segura cuando no se tiene la preparación necesaria, va pues una aportación más de este “Bicho” para que se pongan abusados los que estén cerca de un herido.

Exploración de un herido: Examen desde la cabeza a los pies:

Palpe cuidadosamente todo el cuero cabelludo buscando hemorragias, hinchazón o hundimiento que podría indicar una fractura. Tenga cuidado de no mover a la víctima si sospecha de un posible lesión de cuello.

Hable a la víctima con claridad en cada oído, para averiguar si responde y se puede oír. Observa cada oído buscando sangre o fluido transparente, esto puede indicar lesión interna.

Examine ambos ojos, observe si están abiertos. Vea el tamaño de las pupilas, si ambas son iguales (como debería ser), y si reaccionan a la luz (deberían contraerse al recibir luz directa). Busque objetos extraños, sangre o un derrame en los ojos.

Inspeccione supuración por la nariz como hizo con los oídos. Busque sangre o fluido transparente (o una mezcla de ambos). Cualquiera de estas pérdidas puede significar lesión interna.

Observe el ritmo, profundidad y naturaleza de la respiración (fácil o difícil, ruidosa o silenciosa). Busque algún olor en el aliento. Mire el interior de la boca y palpe con cuidado por si algo obstruye las vías aéreas.

Observe el color, temperatura y estado de la piel ¿está pálida, enrojecida o azulada?, ¿caliente o fría?, ¿seca o húmeda? Una piel pálida, fría y seca sugiere un traumatismo; una cara roja y caliente fiebre o insolación. La coloración azul indica ausencia de oxígeno. Busque estos signos sobre todo en labios, orejas y cara.

Pida a la víctima que respire hondo y observe si el pecho se expande con facilidad y por igual a ambos lados, palpe la caja torácica en busca de irregularidades, dolor o deformidad. Pregunte a la víctima si nota algún dolor al respirar o si tiene sensación de ronquera. Atienda a cualquier sonido extraño. Busque hemorragias.

Palpe con suavidad a lo largo de ambas clavículas y de los hombros buscando deformidad, irregularidad o dolor.

Compruebe el movimiento de codos, muñecas y dedos, pidiendo a la persona que flexione brazos y manos a la altura de cada articulación. Compruebe que pueda usar normalmente los dedos y que no tenga sensaciones extrañas en los miembros.

Si hay problemas de movimiento o pérdida de sensación en los miembros, no mueva a la víctima para examinarla pues muestra signos de lesión en la médula espinal.

Palpe con suavidad el abdomen de la víctima para detectar signos de hemorragia y para localizar rigidez o dolor en los músculos de la pared abdominal.

Palpe las caderas y mueva despacio la pelvis para detectar signos de fractura. Inspeccione la ropa en busca de signos de incontinencia o desangrado por orificios.

Pida a la víctima que levante una pierna y luego otra, que flexione tobillos y rodillas. Palpe y busque hemorragia, hinchazón, deformidad o zonas dolorosas.

Compruebe movimiento y sensibilidad de los pies. Vea el color de la piel: si es azulado puede indicar un problema circulatorio o una lesión debido al frío.

Información sobre el herido

Una vez pedido apoyo de los servicios de salud, intente tomar unas notas sobre el suceso y sobre la víctima para transmitir esa información al personal médico. Un registro cronológico resulta de especial interés. Anote, por ejemplo, la duración de un periodo de inconsciencia, la hora de un cambio en el estado de la víctima, o la de una actuación. Entregue ese informe a los servicios médicos o de emergencia. Su informe debería incluir:

Nombre y domicilio de la víctima

Historial del accidente o enfermedad.

Breve descripción de lesiones.

Cualquier comportamiento extraño.

Tratamiento aplicado, y a qué hora.

Nivel de consciencia, respiración y pulso.

Espero le sirva, siempre es mejor estar preparado.

Pues eso.

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