El Bicho Politicón
Ayer me referí a la violencia que vive mi país, hoy quiero platicarles un poco sobre el secuestro, ese flagelo de la violencia que, en ocasiones, causa más daño que el homicidio.
Oiga usted, al recibir una llamada donde avisan que tienen a un familiar secuestrado cambia la vida de toda una familia, el secuestro se hace colectivo, la pena, el temor la angustia, la rabia, la incertidumbre, el miedo van a formar parte de la familia por el resto de la vida, y sí el secuestro termina con la desaparición del secuestrado la historia se convierte en una película de terror.
Y es que delitos como el secuestro no se pueden entender sin la corrupción y la impunidad existentes, el Mochaorejas, sentenciado a cientos de años de cárcel, lo explica sin pudor con una frialdad tan nítida como la realidad.
“Yo tenía a la policía comprada. Fíjese, cuando ya empezó a salir mi nombre en los medios y dizque me estaban ya buscando todos, el famoso dizque ‘Superpolicía’ que le decían, me hablaba a mi celular y me daba el pitazo: ‘sabe qué, pélese que ya estamos en Morelos y lo estamos buscando’. Además dice que en 1991, cuando fue detenido por robacoches, le pagó al juez cien mil pesos para que lo dejara libre.
Esto solo es un pálido reflejo de lo que sucede, todos los males empiezan con o tienen que ver con la corrupción y/o la impunidad, a nadie le corre prisa por acabar con lo anterior, por ejemplo, el Sistema Nacional Anticorrupción arrancará funciones sin su titular, ya que en el Senado de la República no lo han nombrado y se van de vacaciones sin nombrarlo, además que hay estados donde ni siquiera han empezado con las reformas en la materia y ni qué decir de la aplicación de las leyes existentes.
Le platico, el pasado 10 de marzo solicite a través del portal de transparencia de Veracruz una información, que debe ser pública además, y es fecha en que no tengo respuesta… cuatro meses y contando para poder acceder a una información que por ley tendría que estar disponible en el portal, pero hasta ahora ha sido letra muerta…
Pues eso.
