El apoyo de sus psicólogos ha ayudado a Javier Carranza “El Costeño” a encontrarse a sí mismo y a mejorar su calidad como comediante.
Ciudad de México.- El apoyo de sus sicólogos ha ayudado a Javier Carranza “El Costeño” a encontrarse a sí mismo y a mejorar su calidad como comediante. “Ahora estoy haciendo una especie de catarsis, es vivencial lo que yo cuento. Veo el trabajo que hago como una simbiosis, porque siento que ayudando a la gente me ayudo yo. Es una especie de espejo lo que pretendo hacer en el escenario”, aseguró el comediante.
En entrevista, contó que, tras asistir a una terapia, que incluyó pasar 40 días en una clínica en la que le enseñaron a conectarse consigo mismo, ahora se siente más capaz de analizar a las personas y de reflejar esto en su comedia. “Por ejemplo, hablo de la educación, pero de pronto me estaba yo quedando en el asunto de cómo son los hijos ahora a diferencia de nuestra generación.
Yo, psicológicamente, me estaba quedando nada más en escupir sobre los hijos y no estaba volteando a ver la otra parte culposa”, advirtió el actor, quien ayer presentó su show en el Teatro Blanquita (también lo hará 2 y 3 de mayo). Aseguró que gracias a la terapia ha conseguido una mejor relación con sus hijos Ricardo e Irene, de 18 y 12 años, respectivamente, y reflejar esto en su comedia.
“Abordar estos temas sin tener una claridad y una visión más amplia, me estaba llevando a enviciarme, a entramparme”. Sus amigos sicoanalistas y sicólogos, explicó, le comentaron que tenía que hacer un análisis más profundo. “Estas muy enojado con tu ex; entonces, tú dices ‘las mujeres lo único que quieren es dinero’, por decirte un ejemplo, ‘lo único que quieren son billetes’.
“Mi sicólogo me dice pero ‘¿por qué no ves la otra parte?, que muchas amas de casas no reciben un sueldo, no han tenido manera de superarse”. Asegura que la terapia le ha ayudado a superar una profunda depresión, a tener una mejor relación con las personas a las que quiere y a ser un mejor comediante. ASÍ LO DIJO “Hoy soy más honesto, me siento mal y ya sé lo que tengo. En función a lo que siento y a que sé lo que tengo puedo actuar y no dejarme llevar por un impulso”.
