Su trabajo es tapar baches en la ciudad.
Las Choapas, Ver. Juan Manuel Jiménez García.
La crisis económica por la que atraviesa el municipio, ha ocasionado que personas tengan que trabajar literalmente en lo que “caiga “para poder mantener a la familia, y un claro ejemplo de esto, es la situación de Antonio Ramírez García.
Toño, como lo conocen sus amigos vive junto con su esposa y sus tres hijas (por cierto son trillizas) en una humilde vivienda de la colonia El Encanto, de oficio albañil pero por la falta de este tipo de trabajo, ha tenido que emplearse en otras labores como chapear terrenos, cuidar propiedades y en cuando hay cosecha del hule trabajar en estas plantaciones.
Pero desde hace dos años y por la necesidad y desesperación de no tener un empleo fijo, decidió tapar baches a invitación de un amigo, empezó en algunas calles de la ciudad pero era molestado por los agentes de tránsito que siempre le decían que obstaculizaba la vialidad, después de estar en varias de estas encontró un lugar donde ha permanecido más de un año.
En la carretera que conduce a la congregación del Cerro de Nanchital, a la altura de la entrada al Instituto Tecnológico Superior de Las Choapas, ha sido un lugar donde los automovilistas han entendido el trabajo que realiza Toño todos los días, al convertir este tramo de 300 metros en un mejor lugar para circular.
Su horario es variable, pero dice que se viene temprano porque es una hora en que los campesinos vienen de sus comunidades, y acepta que son dadivosos con las propinas, lo que le ha permitido llevar el sustento a su hogar, sin quejarse de la vida hasta aquí todo marchaba bien, hasta que su esposa acudió al doctor por un fuerte dolor en el abdomen.
Isabel León Ramos, compañera de Toño, ya tenía rato que un dolor abdominal la molestaba, con la esperanza que solo fuera una molestia pasajera no acudió al médico, pero los dolores se hicieron intensos y con mayor frecuencia venían en los momentos menos esperados, llego un momento que fue insoportable al grado de quedarse en la cama todo un día, descuidando a sus tres pequeñas hijas.
Esa misma noche cuando los dolores subieron de intensidad, acudieron al Hospital Pedro Coronel, donde después de revisarla y valorarla, le dieron medicamentos mientras se realizaba algunos exámenes.
Antonio tuvo que trabajar más fuerte para ahorrar y pagar en el laboratorio donde le hicieron varia pruebas de sangre y orina, al regresar al hospital, el medico que estaba de guardia reviso los exámenes y de nueva cuenta una auscultación a Isabel, para concluir que se trataba de una hernia en la parte del abdomen y que necesitaba una cirugía.
Después de estar platicando por varios minutos sobre esta decisión, la familia Ramírez- León estuvo de acuerdo en someterse a esta operación, y para esto pidieron informes en el hospital para saber cómo estaba la mecánica cuando el paciente contaba con el Seguro Popular.
Pero cuál sería su sorpresa cuando la trabajadora social le informo que esta cirugía no la cubría dicho seguro, y por la cual tenían que desembolsar la cantidad de 25 mil pesos, más gastos de medicamentos y exámenes adicionales, esto sin contar con los 4 donares de sangre que exigen en cada operación.
Un poco desconsolados regresaron a su casa, esa noche la preocupación no los dejo dormir, fue el cansancio que poco a poco fue cerrando sus ojos.
A la mañana siguiente el panorama no cambio, por sus cabezas pasaron cosas para poder pagar esta cirugía, inclusive al venta del terreno donde tienen su vivienda, aunque fue descartada de inmediato por considerar que si lo hacían, no tendrían un lugar donde vivir y eso es patrimonio de sus hijas.
Toño pide la ayuda de la ciudadana y de los candidatos que en el mes de junio se disputaran la presidencia municipal de Las Choapas, pide que el hospital pueda contribuir realizando la operación a su esposa, Antonio no pierde la fe y cree que va a suceder un milagro para su esposa y toda la familia.
Mientras este llega, sigue tapando baches en la carretera al Cerro, porque según sus propias palabras, tiene que atender a sus clientes, a ellos no puede fallarles.
