Por El Bicho Politicón
Muy a menudo, la gente se siente poco valorada en el desempeño de su trabajo y tiende a gritarlo a los cuatro vientos para terminar diciendo “cuídame porque te me voy”, bueno, pero nadie pensaría que un presidente (así con minúsculas) de la República anduviera pidiendo que valores su legado; pues ocurrió.
Sucede que Peña Nieto, en un evento en Acapulco, pidió valorar lo sembrado en su sexenio, que los resultados de tan loables obras (las reformas), hechas durante su gestión, se verán reflejadas en el futuro. ¡Qué bonito! Hasta dan ganas de gritar ¡hurras! y ¡vivas! Usted no se preocupe hoy, no sea pichicato, lo bueno está por venir, ya lo dijo Peña, y si él lo dice pues seguro que se cumple. Me dicen que los brujos de Catemaco están muy preocupados, los poderes de adivinación de Peña superan con creces a todo al gremio de tan brujístico lugar.
Ah que mi Peñita, seguro ya tiene chamba dirigiendo el sindicato de brujos y adivinadores de la república mágica y anexas. Yo no tengo tantos poderes como él, pero adivino que lo van a mandar mucho checar su mail de tantas ‘felicitaciones’ que va a recibir por el país tan bien colocado a nivel mundial, con tanta paz social, bueno, quizá pedir que sea más preciso en la fecha futura de la llegada de las bondades de su administración, es pedir demasiado.
Aunque igual como ya está de salida, se le pueden escapar algunos disparates, es normal, la locura presidencial a todos los presidentes les pasa, si hasta a los presidentes municipales tienen lo suyito en eso de pensar que son los únicos que pueden tener ese puesto, ya ven a mi Omarcito del alma, que no conforme con tener el hueso por una década, ya se lo quiere dejar a su mujer, ¡a pus que caray! Como dijera mi tía Chonita, qué muchachos tan mitómanos.
La historia los pondrá en su lugar… y los votos.
Pues eso.