Gustavo Martínez Contreras
El eclipse pasó sin pena ni gloria por Villa Cuichapa, y es que el cielo nublado impidió que se pudiera apreciar y nos dejó con las ganas de ver cómo “El Güero” se iba ocultando tímidamente tras la luna, bueno, ni siquiera se obscureció el cielo para ver el extraño comportamiento de gallinas y otros animales que se preparaban para “guardarse” en tanto la luz dejaba paso a la “negra noche” momentánea.
Vaya, algunos escolapios que querían utilizar el eclipse como pretexto para no ir a su primer día de clases, tuvieron que tomar su mochila y caminar hacía la escuela.
Muchos que hicieron el gasto de los lentes especiales para estos eventos tendrán que guardarlos hasta el 2024, cuando el próximo eclipse se presente por estas tierras.
Cero y van dos fenómenos naturales que ‘nos hacen el feo’, como se recordará, “Franklin”, el huracán que tocaría por estos rumbos, no se le vio ni el polvo; y ahora el eclipse se ocultó de nuestra visión, dejando a algunos valientes con las ganas de arriesgar sus retinas por verlo a ojo pelón.