Cómo encontrar a la niñera correcta

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Buscar y seleccionar a una buena profesional pasa por un proceso en el que hay que ser muy exigente.

Encontrar a una cuidadora adecuada para nuestros hijos no es tarea fácil. De hecho, elegir niñera puede convertirse en una labor estresante para la mayoría de los padres.

Buscar y seleccionar a una buena profesional pasa por un proceso en el que hay que ser muy exigente. Si tu horario de trabajo no es compatible con el cuidado de tu hijo, o necesitas ayuda extra en casa, encontrar a la canguro ideal que cuide de tu pequeño es fundamental. Te damos las claves para contratar a una buena profesional.

DÓNDE BUSCAR
Dedica tiempo suficiente para hallar a la niñera ideal. Debes asegurarte de que la persona que entrará en tu hogar es de confianza y calificada. Sobre todo no te precipites.

Para buscar niñera pregunta primero a las personas de tu entorno. Tampoco descartes visitar las guarderías de tu zona por si conocen a alguna profesional que haya trabajado allí y que ahora esté buscando empleo. Otra opción es poner un anuncio en Internet.

CÓMO ENCONTRARLA
Cuando cuentes con varias candidatas, el siguiente paso para elegir niñera es realizar entrevistas. Procura que tu hijo esté presente en los encuentros, para ver cómo interactúa cada una de las cuidadoras.

Una buena niñera sabrá desenvolverse con naturalidad al conocer al niño. Para contar con un plus de confianza, a la hora de elegir a la profesional adecuada, ten en cuenta varios requisitos. La niñera ideal cuenta con experiencia y referencias de familias o centros infantiles en los que haya trabajado anteriormente. Siempre comprueba las referencias antes de contratar a una cuidadora.

ESTABLECE UNA PRUEBA
Durante los primeros días de trabajo de la cuidadora, procura estar en casa. De esa forma, será más fácil la adaptación del bebé o el niño que dejes a su cargo. Aunque tú estés presente, debe ser ella quien asuma las tareas de forma progresiva.

A medida que el niño vaya adquiriendo mayor confianza, procura dejarles solos más tiempo. Tras un par de semanas de adaptación, observa cómo reacciona tu hijo.

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