Por El Bicho Politikón
La liberación del exgobernador de Sonora abona el campo de la impunidad. Padrés, como muchos que fueron gobernadores durante el sexenio pasado, se dio a la tarea de ‘engordar’ sus cuentas bancarias, además de hacerse de ranchos y hasta una presa particular…
Dos años y ochenta y tantos días de cárcel a cambio de miles de millones de pesos, buen negocio para él, la corrupción en el poder judicial al más alto nivel y la impunidad que gozan los ladrones de cuello blanco que son una burla más para el pueblo mexicano…
Una vez más tenemos que tragarnos la rabia de ver salir a un ladrón de la cárcel con un “Ya estoy libre cabrones, agárrense hijos de la chingada…”, escupió la rata nomás vio la luz de la libertad. ¿Amenaza?, ¿euforia?, por lo pronto su exempleada doméstica, Gisela Peraza, dice temer por su vida.
Ella trabajó 9 años para la familia del exgobernador hasta que fue acusada de robar una maleta con dinero… fue torturada para que confesara y finalmente encarcelada por un delito que dice no cometió.
A Padrés, quien sí se robó miles de millones de pesos salió libre.
Y es que tipos como Padrés son gente enferma de poder y, como tal, son capaces de todo con tal de conseguir sus objetivos… Gisela tiene razón de temer por su vida.
Y es que ¿qué le pasa al sistema judicial de este país?, exfuncionarios que se roban miles de millones están libres o purgan condenas risibles… ¿será que es más grave robarse mil miserables pesos?, ¿será que se castiga la pobreza?, ¿será que la impartición de justicia tiene que ser sometida a una depuración profunda?
El cambio llegó al poder ejecutivo, el cambio se dio en el poder legislativo… ¿será que al poder judicial le falta una reformita para que se acaben las injusticias?
Pues eso.
