Por El Bicho Politikón
“Sólo a un loco se le ocurriría construir una termoeléctrica en la tierra de Zapata. Es como si construyeran un basurero en Jerusalén”, vociferaba ante la plaza en mayo de 2014 Andrés Manuel… para el 9 de febrero de este año, López Obrador acusaba ante la plaza: “Escuchen radicales de izquierda que para mí no son más que conservadores”.
Proyecto purificado por obra y gracia de San AMLO.
Añadió que de no terminarse la termoeléctrica se perderían 20 mil millones de pesos del pueblo (en la cancelación del aeropuerto se van a perder más de 5 veces eso) y ante la negativa de los ejidatarios del lugar anunció una más de sus consultas ‘patito’ para que el pueblo bueno decida.
Ahí nada de que hubo contratos amañados ni corrupción que valga (ya sabe usted que el gobierno de Graco se caracterizó por su ‘honestidad’), los que se oponen están al servicio (ya se sabe) de las transnacionales que quieren seguir explotando al pueblo.
La muerte del activista Samir Flores Soberanes, del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua, no inmutó al presidente… la consulta va.
La Fiscalía General de la República resultó tan eficaz como su antecesora PGR, ya dictaminó que la muerte del activista no tiene nada que ver con su actividad contra la hidroeléctrica ni con la consulta… seguro se pasó un alto y se le atravesó a las balas o fue un pleito de cantina, ya ven como son esos radicales de izquierda.
No es exagerado pensar que este caso sea el “Atenco” de López Obrador y es una buena muestra de una operación política fallida: se trata de una obra que prácticamente ya está concluida, falta solamente un tramo de unos 300 metros de un acueducto que lleve agua para enfriar las turbinas. Agua que no quieren soltar los radicales ejidatarios al servicio de los enemigos del pueblo.
Mucho me temo que la consulta dirá que sí a la termoeléctrica y escalará un conflicto donde más campesinos morirán en su terca costumbre de cruzarse con balas perdidas… muertos que desde luego no tendrán que ver con su lucha… la Fiscalía da fe de eso.
Pues eso.