Ciudad de México. Sólo era cuestión de tiempo para que Saúl Canelo Álvarez, el boxeador mexicano más mediático en años recientes, subiera al ring en Arabia Saudita, uno de los países que recurre al lavado de imagen deportivo para crear un perfil de apertura y modernidad. La cifra que convenció al tricolor fue de 80 millones de dólares -la bolsa más alta hasta ahora en su carrera- y sólo por ir a Riad en busca de la unificación de los cetros de peso súper mediano ante el cubano William Scull.
“Esto es histórico para mi carrera”, apuntó Canelo Álvarez en una conferencia de prensa realizada cerca de la media noche en Riad, la capital de Arabia Saudita. “Scull dice que me noqueará, pero lo único que comerá serán mis puños”, dijo al lanzar un mensaje contra su adversario.
El rango que solía ganar Canelo Álvarez había sido de entre 30 y 50 millones de dólares. Una de sus mejores ganancias fue en la contienda ante Édgar Berlanga, en la cual se embolsó cerca de 65 millones que incluían la bolsa asegurada, derechos de transmisión y un porcentaje de taquilla.
Para ver el combate del mexicano en Arabia Saudita, los precios más económicos se encuentra desde 400 pesos (20 dólares) y el más caro de 4 mil pesos (203 dólares), que es en la primera zona de gradas de la arena, de acuerdo al portal ESPN.
No obstante, el boxeador mexicano encontró su mejor negocio apenas hace unos meses cuando firmó un acuerdo por duelos con Turki Alalsshikh, presidente de la Autoridad General de Entretenimiento por Real decreto de Arabia Saudita. El valor de ese contrato alcanzó los 400 millones de dólares, de acuerdo con el diario Marca.
Si bien la cifra es exorbitante, aún es lejana a los 650 millones de dólares que ganó el estadunidense Floyd Mayweather Jr. por sus peleas de exhibición ante Manny Pacquiao y Connor McGregor el cual es hasta ahora el acuerdo más lucrativo en la historia del boxeo.