La SEDEMA libera permisos después de permanecer varios meses suspendida
Atemio Hurtado Ruiz
Nanchital, Ver.-Ayer al mediodía, la gasolinera construida a la entrada del fraccionamiento San Miguel Arcángel de Nanchital, comenzó a brindar servicio a los habitantes, luego de que la Secretaría de Medio Ambiente (SEDEMA), otorgó el permiso de impacto ambiental requerido por la Secretaría de Protección Civil del Estado para el funcionamiento de dicha negociación que durante meses permaneció suspendida.
A pesar de las protestas y demandas que los vecinos cercanos emprendieron en contra de la estación de combustible, al argumentar que es un peligro, pues por esa zona atraviesan ductos de Pemex, la SEDEMA emitió finalmente el permiso de impacto ambiental, para que la gasolinera entrara en operaciones.
El titular del Departamento Jurídico del Ayuntamiento de Nanchital, Álvaro Martínez Borjas, confirmó que el documento de permiso de impacto ambiental fue presentado por los representantes de la estación de gasolina, toda vez que no existió ningún impedimento para que esta comenzara a funcionar.
El proceso legal culminó, al momento en que los empresarios presentaron los permisos que requería la Secretaria de Protección Civil del Estado, por lo que el caso quedó completamente fuera del alcance de las autoridades municipales, razón por la cual ya la gasolinera comenzó a brindar el servicio a la ciudadanía.
Por su parte los vecinos que forman parte del comité ciudadano “No a la Gasolinera”, reafirmaron su rechazo contra la estación de combustible, por lo que lamentaron la medida tomada por la Secretaría del Medio Ambiente al emitir los permisos para la actividad de la estación de combustible.
A pesar de que el gobierno municipal tenía la capacidad de clausurar el funcionamiento de la misma, éste no procedió y el resultado es que desde ayer por la mañana inició actividades la negociación, expusieron.
Los integrantes del comité señalaron que continuarán en la lucha para que por lo menos los empresarios respondan por los daños que causó la construcción de ese inmueble en algunas viviendas.
Un año después de haber iniciado las actividades de construcción de la gasolinera, cuyo reclamo principal fue que se edificaba sobre una zona de riesgo, esta entró en operaciones de manera repentina, pese a que las autoridades municipales argumentaban que el pleito legal continuaba su curso.