Juan Manuel Jiménez García.
Las Choapas, Ver.
Sin importar que existan personas de colonias cercanas que registran padecimientos por el fuerte olor que tienen que soportar todo el día, a Petróleos Mexicanos parece no importarle esto y continúa con la limpieza del arroyo el Control con poco personal.
Habitantes de la colonia Agraria han pedido a través de un escrito que las labores para recuperar el crudo derramado en este afluente, sea lo más pronto posible, de lo contrario realizarán acciones más radicales contra la empresa como cerrar calles e instalaciones de PEMEX en este municipio.
En un recorrido de este reportero sobre el puente que se encuentra sobre la calle Adolfo López Mateos, conocida como La Brecha, y donde se encuentran los contenedores de aceite colocados por la paraestatal, se pudo comprobar que solo personal de la empresa de todos los mexicanos, laboran en el lugar.
Los colonos cercanos a este arroyo, señalan que los obreros de PEMEX se la llevan suave en su jornada de trabajo; “desde nuestras casas hemos observado que parecen tortugas los trabajadores de Petróleos Mexicanos, parecen que le piden permiso a un pie para mover el otro, mientras tanto nosotros padecemos de vómito, nauseas, dolor de cabeza, porque no se apuran a limpiar el derrame de crudo”.
El enojo de los vecinos de la colonia Agraria, también es porque se había hablado con directivos de la empresa para que se contratara personal externo para que los ayudara en la limpieza, pero hasta el momento no se ve que exista la intención de hacerlo.
Inclusive en días pasados obreros del sindicato ASTRAC-FATEV estuvieron en el lugar, ante el rumor que una compañía de nombre MAIPA, sería subcontratada por PEMEX para que realizara la limpieza de este afluente.
Cooperativas de pescadores del municipio de Agua Dulce, se ofrecieron para estas labores pero hasta el momento no han tenido respuesta alguna por parte de los funcionarios petroleros, que a decir de los propios interesados, se están haciendo patos y esperan que el asunto se olvide o se enfrié para no pagar afectaciones.
Mientras tanto los trabajadores de Pemex, con su tradicional uniforme color caqui, realizan su mejor esfuerzo para limpiar el afluente, pero es una realidad que están rebasados por el problema y que se necesita ayuda para terminar de recoger el crudo derramado.