Según revelo la autopsia que le practicaron al cuerpo
LAS CHOAPAS, VER
REDACCION
Fueron tres los impactos de bala que recibió Miguel Ángel Castillo Rojas, los tres impactos dañaron órganos internos, lo que provocó su muerte al instante, ya que los proyectiles dañaron los pulmones y el hígado, dos de los impactos tuvieron orificio de entrada y de salida, el otro impacto quedó alojado en su cuerpo.
El extinto de ocupación profesor de educación primaria en una comunidad rural de este municipio, había ido a comprar unos huevos a la tienda y regresaba a su domicilio de la calle Playón Sur, ya que comería en compañía de su madre y hermano menor, cuando se encuentra a Salvador Arias Moreno, con quien se pone a platicar.
Estaba platicando con este sujeto, cuando de pronto dos sujetos a bordo de una motocicleta se les acercan, el que iba atrás saca un arma de fuego, sorprendiendo a Miguel, a quien le disparan sobre su costado derecho dos tiros, uno más en donde se presume que voltea, en el pecho, en tanto, Salvador, que se presume que vio toda la acción, ya que a lo mejor iban por él, se salva.
La madre del extinto, quien estaba en la vivienda, Rosario Rojas Aragón y su hijo, Moisés Castillo Rojas, ven todo como sucedió y corren hacía los sicarios, la profesora se queda con el cuerpo de su hijo baleado, Moisés se abalanza tras los asesinos, entonces Salvador, agarra valor y lo apoya, entre ambos le quitan a uno de ellos, el casco, así como una gorra y una playera.
El sujeto que disparó contra Miguel, saca de nuevo el arma y dispara contra Moisés dándole un disparo en el brazo derecho, el cual del impacto se lo multifracturó, así le realiza por lo menos 4 disparos, otro fue un rozón en la pierna izquierda, por lo que al quitarle el casco, quedan plenamente identificados el par de sicarios, pero huyen en la motocicleta donde iban.
Moisés, con la adrenalina a todo lo que da, se une a su madre y pide que llamen una ambulancia para su hermano, él se hace el fuerte y no siente el dolor del balazo en el brazo, ni el rozón de la pierna, luego se enfrenta a los policías municipales, tira puñetazos, ya que no está de acuerdo que un elemento haya tocado a su madre, quien pretendía ver un teléfono celular de una persona que al parecer estaba grabando.
Luego de que tiró golpes, ahora si siente el dolor en la pierna y en el brazo y se tira al suelo, quejándose que le dolía su pierna, llegando la ambulancia de una clínica privada, que lo lleva al hospital Doctor Pedro Coronel Pérez, en donde es atendido y permanece internado varias horas.
Es visto por un traumatólogo, que ve la lesión en su brazo y le dan medicamento para que no se le infecte la herida, así también lo trasladan a una clínica privada, en donde estaba con vigilancia policiaca, para que siguiera en observación médica, ya que será operado del brazo, por la multifractura que presenta ocasionada por el impacto de bala.
En lo que se refiere a Miguel Ángel Castillo Rojas, su cuerpo es velado en la calle Begonia de la colonia Anáhuac, domicilio en donde nació y paso su niñez, adolescencia y parte de su vida adulta, la que fue truncada por un par de sicarios, que nunca les importó, ni se preocuparon por el gran dolor que ocasionaron en los seres queridos de este joven que contaba con 32 años de edad.
En cuanto a las investigaciones que realizan las autoridades ministeriales, estas se mantienen en completo hermetismo, aunque de forma extraoficial se sabe que Salvador, el joven que platicaba con el extinto, juega un papel muy importante en la investigación, ya que él vio y reconoció a los que mataron a Miguel Ángel.