Puebla Puebla, Agencias- Una turba de enardecidos pobladores de Ajalpan, Puebla, linchó y quemó la noche del lunes a dos hombres que acusaron de ser secuestradores.

Sin embargo, el edil Gustavo Lara Torres y el director de Seguridad Municipal, José Manuel González, confirmaron que los dos hombres eran hermanos y prestaban sus servicios como encuestadores de la empresa Estudios de Opinión Pública del Distrito Federal. Ambos tenían entre 30 y 35 años.

Las víctimas se habían acreditado ante los elementos de seguridad que los detuvieron alrededor de las 19:30 horas del lunes, pero según Fabián Hernández, radio operador de la policía estatal en la localidad, entre las 20:00 a 20:15 horas la gente del poblado se salió de control cuando se corrió el rumor de que se trataba de secuestradores.

A uno lo mataron a golpes y al otro le prendieron fuego hasta que falleció.

Pobladores de este municipio lincharon en el Zócalo de este municipio a dos encuestadores acusados de intentar robarse a una menor de edad.

Además de prender fuego a los hombres, la turbo hirió a policías municipales, quemó y saqueó la Alcaldía y también prendió fuego a vehículos oficiales.

Pobladores consultados informaron que hace semana y media surgió el rumor sobre un grupo de hombres que estaba robando niños afuera de instituciones educativas.

Habitantes que no conocía a los encuestadores los acusó de ser los responsables de los presuntos robos, de los cuales no hay denuncias.

Policías municipales aseguraron a los individuos, quienes se identificaron como encuestadores y portaban credenciales de una empresa.

Cuando se enteraron que los dos acusados saldrían libres pues no habían cometido delito alguno, los pobladores enfurecieron.

Según reportes policiales, alrededor de las 20:00 horas del lunes, unas 300 personas llegaron a la Comandancia.

La turba logró sacar a los acusados, los amarró y golpeó hasta matarlos y después prendió fuego a los cuerpos frente a la Presidencia Municipal.

Los pobladores también atacaron a unos policías, quienes se refugiaron en el techo de la Alcaldía.

El grupo de inconformes tomó la sede de Gobierno, le prendió fuego, causó otros destrozos y saqueó oficinas.

También quemaron patrullas de la Policía Municipal y motocicletas.

Durante varias horas el contingente permaneció en la Presidencia en actitud agresiva, sin permitir que elementos de Seguridad Pública se acercaran al lugar.

Por la madrugada, la multitud comenzó a retirarse del sitio y autoridades realizaron el levantamiento de los cadáveres.

Granaderos de la Policía Estatal se apostaron en las instalaciones del edificio de Gobierno y hasta el momento permanece bajo su custodia.