El pasado viernes 6 de febrero elementos de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) llegaron al predio.
Los asesinos del periodista, quienes están recluidos en el CERESO de Coatzacoalcos, ganaron un amparo federal porque fueron violentados sus derechos al arrancarles la confesión bajo tortura.
LAS CHOAPAS, VER
REDACCION
A un año de que el cuerpo del periodista Gregorio Jiménez de la Cruz, así como otros cuerpos más, aparecieron ejecutados en fosas clandestinas de un predio de la colonia agrícola y ganadera J. Mario Rosado, el paisaje es muy distinto, ya que anteriormente este predio estaba cubierto de vegetación con demasiados árboles que impedían que se viera que alguien estuviera escondido ahí, sin embargo ahora el predio se encuentra sin vegetación, debido a que los árboles fueron talados.
En recorrido por este lugar, el paisaje es muy distinto al de hace un año (para ser precisos el 11 de febrero de 2014), donde la vegetación reinaba en este predio que se ubica en el camino que conduce a la colonia denominada Polanco-, por lo que no se compara en nada a la escena de terror que se tuvo ahí, incluso ni se ven los rastros de donde quedaron las fosas clandestinas, ya que todo los arboles fueron derribados e incluso algunos troncos secos todavía se encuentran en lugar.
Enfrente de este predio se encuentra una casa abandonada, en la que se presume que los elementos policiacos, torturaron a los detenidos, para que declararan en donde habían enterrado los cuerpos, la casa permanece igual, abandonada.
A un kilómetro de ahí, en la calle Lerdo de Tejada de la misma colonia, se encuentra la casa de “seguridad”, donde se infiere que los delincuentes llevaron a Gregorio Jiménez de la Cruz, esta se encuentra abandonada desde hace un año, nadie se acerca por ahí, ni tampoco nadie se atreve a entrar.
Por cierto esta vivienda fue visitada el pasado viernes 6 de febrero por elementos de la Procuraduría General de Justicia (PGJ), quienes ingresaron a la vivienda para ver si encontraban más indicios, incluso entrevistaron a varios vecinos, que manifestaron no haber visto a nadie, ni nada extraño en el lugar.
La visita del personal de la PGJ se debió a que los asesinos del periodista, quienes están recluidos en el Centro de Readaptación Social de Coatzacoalcos, ganaron un amparo federal porque fueron violentados sus derechos al arrancarles la confesión bajo tortura, por lo que en breve quedarían libres y ¿Seguirá sin castigo la muerte de Goyo, sólo por escribir lo que otros no querían que se supiera?.
