Por Gustavo Martínez Contreras
Me encontraba cómodamente disfrutando de una cena abundante y viendo la televisión de manera despreocupada, por la ventana, a lo lejos se divisaban las luces de los rayos de la tormenta, las luces verdaderamente iluminaban la noche y el viento se empezaba a dejar sentir en el movimiento rítmico de los árboles.
El primer apagón vino acompañado de un rayo, un estruendo y gruesas gotas, caían y sonaban como piedras, el viento empezó a rugir con una fuerza inusitada, los rayos seguían llenando de luz la noche oscura, la orquesta de la naturaleza en todo su esplendor se dejaba sentir, la luz de la comisión federal de electricidad estaba en otra danza: se iba y venía como luces de navidad hasta que se fue definitivamente.
Las gotas de la lluvia y los golpes de las ramas de un árbol cercano hacían que la noche se tornara de película de terror, me asomaba furtivamente a la ventana esperando la entrada de “Freddy”, el tenebroso personaje de Halloween, la película. Pero el verdadero terror apenas empezaba, la falta de luz, el calor y los moscos iban causando estragos en mi sueño que no acababa de poseerme por completo.
A cada intento de caer en ‘brazos de Morfeo’, un estruendo acompañado de rayos y centellas me obligaban a abrir los ojos como platos, no había manera de ganarle a la lluvia, que para entonces ya se había estacionado sobre la villa. La luz de una titilante veladora le daban a mi cuarto las sombras necesarias para sentirme en uno de los cuentos de Edgar Alan Poe, el genio de los cuentos de terror.
Así pues, mi sueño iba y venía al compás de la lluvia y de los rayos y truenos que la acompañaban, el viento soplaba con la fuerza de un huracán azotando las frágiles láminas del techo de mi cuarto, el alba me sorprendió junto con la llegada de la luz de la CFE; al sentir los primeros soplos del ventilador el cuerpo se fue aflojando dando lugar a un sueño profundo, con lo que pude conjurar los fantasmas de “Freddy” y de Edgar Alan Poe.
Cabe señalar que esperaba que hubiera algunos daños por la villa, pero gracias a dios, el reporte fue sin novedad.