Con las lluvias de los primeros días de este año, el crudo se expandió a una 10 hectáreas.
“Ahí está el ejemplo de los daños que causa la actividad petrolera en esta zona”, expresó Bertino Pérez Izquierdo, al explicar que Pemex divulgó que la fuga ocurrida hace dos meses, en el ejido Aquiles Serdán, se derivaba de un acto vandálico, cuando es evidente que los siniestros se registran por fisuras en los ductos.
En el lugar del siniestro, parcela de Catarino Díaz Zapata, una cuadrilla de trabajadores chapean la vegetación entre manglares y pastizales para colocar barreras flotantes, pues el hidrocarburo procedente de un ducto de 8 pulgadas de diámetro se ha expandido en los últimos días,
Según un cabo de la empresa Química Apollo, el trabajo de recolección y saneamiento no se ha concretado porque los bloqueos de fin de año en esta zona no lo permitieron, lo que fue desmentido por ejidatarios que argumentaron que irresponsablemente la compañía se había retirado.
Pérez Carrillo, representante de un grupo de campesinos de Aquiles Serdán que desde hace seis días cierran el acceso a los pozos flancos y campo Cinco Presidentes, explico que con las lluvias de los primeros días de este año, el crudo se expandió a una 10 hectáreas.
Dijo que mientras la contaminación se adentra en las parcelas de su ejido, funcionarios de Pemex como Mario Jesús Wade Alejo y Enrique Hernández Pérez, escamotean las reclamaciones de ciclos anteriores y tratan de obligar a otros labriegos a recibir indemnizaciones “mochadas”.
Por su parte, familiares de Catarino Díaz destacaron que exigen que a Pemex que se efectúe el saneamiento de la zona afectada y se restaure totalmente el terreno, ya que ni la madera del mangle sirve porque el nivel del crudo alcanzó más de medio metro de profundidad.