“Es sumamente importante que los niños o personas que tienen alergia respiratoria eviten el humo de pólvora porque corren un riesgo altísimo de que su vía aérea responda de manera exagerada y empiece a tener síntomas, que muchas veces se ponen más severos de lo que el alérgico ya mantiene”
“Este humo de la pólvora actúa como un irritante y viene a potenciar la inflamación que ya fue originada por otros alérgenos, esto hace que las vías respiratorias ya sea la nariz o los bronquios en caso de los pacientes asmáticos o con problemas faríngeos, se irriten y los síntomas se agraven”, explica Urquiza.
Según el especialista, en esta época navideñas posterior a las quemas de pólvora aumentan los casos de pacientes afectados que terminan en el servicio de emergencias luego de exponerse al humo.
Intoxicación
La inhalación de pólvora puede causar intoxicación por monóxido de carbono, que puede provocar dolor de cabeza, náuseas, somnolencia, confusión y coma.
Daño respiratorio
La inhalación de pólvora puede causar graves males respiratorios, como tos, sibilancias y dificultad para respirar.
Daño a los metales
Los metales en la pólvora pueden impactar al sistema respiratorio.
Desorientación en aves
Los fuertes ruidos de la pólvora pueden desorientar a las aves, haciendo que pierdan su capacidad visual. Otros efectos negativos de la pólvora en los humanos son: Quemaduras, Enfermedades respiratorias, Infartos