El Liverpool de Jürgen Klopp demostró su categoría al vencer a Chelsea en la Supercopa de Europa 2019.
Los campeones de la Champions League y el de la Europa League se enfrascaron en una batalla que denotaba al ganador de un continente; una contienda que se convirtió en un duelo del Reino Unido. El partido se llevó a cabo en el Vodafone Park de Estambul en Turquía y tuvo que llegar a los penales para definirse.
Para el Liverpool significa hablar inevitablemente de lo sucedido en la temporada 2004-2005 donde demostró que su lema por excelencia ‘you’ll never walk alone’ trasciende fronteras y marcadores adversos para remontar un 0-3 y terminar levantando la UEFA Champions League.
Su presente no era para menos, Sadio Mané y Firmino salieron como dos auténticos demonios cuando Klopp los soltó dentro de la cancha y fueron las principales armas para agujerar la defensa Blue.Por su parte, el Chelsea viene de un año futbolístico que generó más dudas que certezas, es cierto, ganaron la Europa League, pero no deja de ser un torneo que se llena de actores secundarios. Llegó una leyenda al banquillo como lo es Frank Lampard, pero se fue su mejor solista dentro del campo; Eden Hazard optó por desteñir el Blue de su camiseta y convertirse en jugador Blanco del Real Madrid.
El sustituto ha sido el ‘Capitán América’, Christian Pulisic, vivió una bipolaridad importante en este partido y le anularon un gol.
Los Blues se van sin la copa, pero con dos promesas que pueden ser, además de Pulisic, quienes le den frescura a un equipo que necesitará de luces específicas para brillas; Tammy Abraham y Mason Mount podrían ser las nuevas joyas de este equipo para la presente temporada.
