Comentario Aparte Por Juan Manuel Jiménez García.
Antes de entrar de lleno con el tema de los líderes petroleros actuales, quiero compartir con ustedes una anécdota que ilustra de manera precisa lo que está sucediendo en la actualidad en las secciones petroleras.
Había un hombre acaudalado en gran manera, su fortuna se contaba en miles de millones de pesos, tenía centenas de hombres a su servicio, el cual los trataba de manera justa, y por esta causa, la fama de este millonario traspasó las fronteras, y extranjeros viajaban desde sus países para conocerlo y saber el sistema para gobernar.
Este hombre, que a leguas se veía que la suerte estaba de su lado, tenía por costumbre viajar mucho, en unos de sus viajes quedó fascinado por la construcción de un castillo, fue tal su admiración que mandó a uno de sus criados a preguntar quién era el propietario.
Después de investigar dieron con el dueño del inmueble, de inmediato le pidió que le vendiera su propiedad, desde luego que dejó bien claro que no importaba el precio, ante esta oferta irresistible, el dueño del castillo accedió a vender su propiedad, y solo puso una condición que desconcertó a todos.
En su petición pedía que el castillo seria todo del millonario, pero que lo dejaran quedarse con una bolsa que se encontraba en la sala principal, esta bolsa de cuero de camello colgaba de un pequeño clavo oxidado.
Al comparador le pareció algo raro esta petición pero considero que esta bolsa contenía algo impórtate para el dueño del castillo.
Después de llegar a los acuerdos y de firmar el contrato de compra-venta, el vendedor volvió a recordar la petición; “todo el castillo es de usted menos la bolsa que cuelga en la pared, algún día volveré por ella”.
Después de haber hecho suya la mansión, el nuevo dueño ordenó cambiar toda la decoración y los muebles del lugar, desde luego sin tocar la bolsa colgada era la pared como había sido su promesa.
Al paso de los años, el millonario siguió acumulando riquezas en todas las regiones, ninguna contrariedad le estorbaba en su vida, pero llegó algo que cambiaría por completo su destino.
En aquella mansión que había comprado unos años atrás, ocurría algo desagradable y preocupante, la bolsa colgada en la pared desprendía un olor fétido difícil de soportar, y el clavo oxidado en la pared había permeado de humedad y de un color negro todas las habitaciones, haciendo del castillo, un lugar lúgubre y triste.
Entristecido por esta tragedia, el varón de esta historia, mandó a destruir todo el castillo y uso parte de su riqueza en construir uno totalmente nuevo.
Cito esta historia porque no se puede realizar la cuarta trasformación del país teniendo colgadas las bolsas en la pared del viejo régimen, y muchas de las secciones sindicales petroleras representan este olor a podredumbre y tristeza.
Los caciques de los sindicatos petroleros, en su afán enfermizo de continuar en el poder son capaces de todo, incluyendo dejar sus bolsas negras en los clavos de las secciones, y con el tiempo, la situación estará igual o peor para los trabajadores de la empresa de todos los mexicanos.
Los encargados del nuevo gobierno no pueden permitir que les vendan la idea que en los sindicatos petroleros no pasa nada y que todo es color de rosa, que los cambios de secretarios se realizan con estricto apego a la ley, cuando todos sabemos que en cada elección, se violan preceptos constitucionales.
Pero el poder es el poder, o como decía el tío Fidel, “el pinche poder” y los líderes sindicales no dejaran tan fácilmente el botín que representan las cuotas sindicales y los convenios con Petróleos Mexicanos, por eso han empezado una campaña de hostigamiento laboral en contra de sus agremiados.
Donde los trabajadores son obligados a realizar campaña en favor de su líder, pero en algunos casos las cosas van más allá, donde la orden de arriba es que en sus cuentas de Facebook pongan la foto de perfil, no de la familia sino del líder sindical, otros, le son encargados videos donde resaltan las cualidades del secretario general o del líder moral, que de igual manera son compartidas en las redes sociales.
Los Carlos Jiménez, los Ricárdez Chong, los Hernández Toledo y los Melgarejos Vázquez le juegan al vivo, y piensan que el nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador, es el mismo que les permitió todo tipo de injusticias en contra del gremio obrero, están jugando con fuego y puedan salir quemados y si no al tiempo.
Además estos psudolíderes o como ellos mismos se hacen llamar; “líder moral”, quieren hacerse el harakiri o quieren actuar como unos verdaderos kamikazes, ya que todos tienen una larga cola que le pisen.
Estos cuates tiene la oportunidad de salir por la puerta grande, y la única manera de hacerlo es permitir unas elecciones democráticas, quedarse con toda la lana que obtuvieron por este cargo, total, lo caido caido, dejar a dos que tres familiares bien paradas y todos felices, pero si insisten en su coto de poder, el SAT se encargará de todos ellos, y le buscarán hasta debajo de las piedras, algunos pisarán la cárcel y el descrédito será mayor.
Los líderes sindicales petroleros no entienden o no quieren entender que este asunto de limpiar la casa, no se trata de asuntos sindicales, sino de política, y como políticamente representan al viejo régimen, no hay cabida para ellos y, por la tanto, se tienen que llevar su bolsita negra a otra parte.
La mayoría de los mexicanos decidieron el pasado mes de julio un cambio radical para la política del país, muchos de esos votantes fueron petroleros, que con la esperanza de un cambio, eligieron otra ruta para el país, hoy, esos mismos petroleros están decididos a que ese cambio se refleje en su sindicato.
MORENA compró con los votos esta casa llamada México, que no permita que los viejos inquilinos dejen sus bolsas negras.
