El diagnóstico de un linfoma de hodking en etapa tres fue una noticia muy fuerte para Danna, más aun cuando le dijeron que no podría estudiar, que se le caería el cabello y que estaba en gran riesgo “fue difícil al principio, no sabía qué hacer, cuando llegue al área de oncología pediatra y vi la actitud positiva de otros niños en condiciones similares, me motivaron a seguir adelante”.
Gracias a la atención recibida en el Hospital General Regional de Orizaba (HGRO) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), a los cuidados otorgados por las enfermeras, en general del personal institucional, de su médico de cabecera el oncólogo pediatra Víctor Hugo Cabrera García y al incondicional apoyo y amor de sus padres y familiares, hoy las quimioterapias y radiaciones son cosa del pasado, ya tiene varios meses en vigilancia, llevando una vida completamente normal.
Narra que a los 15 años de sufría de dolores en la cadera, después le aparecieron unas bolas en el cuello y pensaba que eran producto de un torzón por eso no le dijo nada a su mamá, sin embargo al continuar con tales síntomas lo comentó en su casa. La llevaron al médico y luego de varias revisiones y análisis recibieron el diagnóstico: cáncer, iniciando así la batalla a que la vida la enfrentaba a su corta edad; en todo momento sus padres y en general su familia, amigos y maestros le mostraron su apoyo y amor incondicional.
Con una singular fortaleza y contagiosa alegría hoy a sus 17 años Danna comparte un hermoso mensaje de ánimo y esperanza a niñas y niños que se enfrentan al cáncer, a ellos les dice “todo es pasajero, tienen a su familia la cual siempre los va a apoyar, no están solos en esta lucha, siempre hay que verle el lado bueno a las cosas, pensando así se pasa más rápido el tiempo, es duro pero claro que se puede”.
Danna reconoce que al iniciar este proceso tuvo que aceptarse, ya que siempre quería verse bien “que de la nada te quedes sin cabello es algo muy fuerte, tuve que sacar fuerza y aprender que el cabello no te hace más bonita, lo bonito está en tu interior, aprendes a lidiar con los malos comentarios de personas negativas, porque solo uno sabe el esfuerzo que se hace todos los días para no dejarse caer, al final ésta actitud ayuda y te sientes mejor”.
Recientemente tocó la campana instalada en el servicio de oncología, cuyo sonido anuncia la noticia de que una niña o niño vencieron al cáncer y en lo sucesivo se mantendrán en vigilancia. “Recibir la noticia de que estaría en vigilancia fue una sorpresa que me hizo muy feliz, porque pensaba que aún faltaba tiempo para que me dieran de alta del tratamiento”.
Por último Danna confiesa que vienen muchas cosas buenas para ella, ahora tiene una nueva forma de ver la vida, seguirá cuidándose y luchando hasta que acabe su periodo de vigilancia, a futuro piensa estudiar oncología para continuar la batalla contra la enfermedad ahora desde otro frente; ella está segura que todo en esta vida se puede lograr.