Por El Bicho Politikón
Después de repetir a lo largo y ancho del país que regresaría a las fuerzas armadas a sus cuarteles… ¡pues no es cierto!, el proyecto de la Guardia Nacional los mantendrá en las calles por mucho tiempo.
Y creo que es una decisión acertada, la mezquindad de la oposición en el Congreso de la Unión, tiene en vilo al marco legal que da certeza a las actuaciones castrenses.
Tanto el PAN como el PRI aprobaron la Ley de Seguridad Interior (LSI) en diciembre de 2017, era un documento muy similar a la actual Ley de la Guardia Nacional (LGN) a la cual se oponen… en los puntos por los que ahora se rasgan las vestiduras, hace apenas poco más de un año, levantaban la mano jubilosos para aprobarlos.
Gritan a los cuatro vientos que Morena va a militarizar al país, flacos de memoria pretenden olvidar que fue el PAN quien puso a los militares en la calle y el PRI continuó por el mismo camino, claro, ellos sin darles las herramientas legales, que por cierto, Morena se aponía a darles.
Por lo que el título de esta canción podría ser: “Mezquindad con mezquindad se paga” o algo por el estilo… lo cierto que es tienen un ‘merequetengue’, mientras eso sucede, los ‘muertos de López Obrador’ se acumulan, y es que más allá de la legislación pendiente, una estrategia que tiene doce años aplicándose, solo ha llenado de más muertos los panteones.
Los que se oponen a los militares en las calles no aportan nada en cuanto al combate a la delincuencia… dicen que legalizar algo que en los hechos ya está ocurriendo (el mando militar de la Guardia Nacional), va a traer una ola de violaciones a los derechos humanos, como si los ‘daños colaterales’ de esa guerra no tuvieran derechos.
Algo que no tenía la LSI y que tampoco tiene la LGN es la creación de policías estatales y mientras los Estados no se hagan cargo de su responsabilidad en el asunto de la seguridad, no hay fuerzas armadas que trabajen eficazmente… algo así como que lo que construye tu mano izquierda, lo destruye tu mano derecha y así pues nomás no se puede.
Pues eso.
