Pese a violencia, migrantes continúan su paso por el sur
Elizabeth Aviña
Coatzacoalcos, Ver.
Pese a la situación de violencia y la falta de empleo o activación económica en México y el sur, los migrantes centroamericanos continúan aventurándose por la República Mexicana teniendo como paso obligado la ciudad de Coatzacoalcos.
Josué de 32 años de edad es un ejemplo de persistencia, el hombre que es originario de Tegucigalpa, Honduras, y quien tiene dos hijos y una esposa, relató que esta es la ocasión número 20 para cruzar la frontera de México con los Estados Unidos.
“En el nombre de Dios, todo es posible porque tú sabes que cuando sales de tu casa sales con Dios me entiendes y ya me han agarrado varias veces, pero la fe que llevó es que está vez no me van a agarrar, voy a lograr mi sueño”
En 2010, en uno de sus tantos intentos, fue secuestrado en Tierra Blanca, Veracruz, ahora consideró que la seguridad se ha reforzado y los desplazados tienen menos “enemigos” en el camino.
Aunque siempre le ha tenido miedo a Coatzacoalcos, cree que es una ciudad para temerle, hay poca luz en la noche por las colonias por donde regularmente camina con sus compañeros, la oscuridad puede llegar a devorarlos.
“Aquí Coatzacoalcos, Tenosique y Palenque en Chiapas, es muy peligroso, pero ya ahorita parece que ya está todo más tranquilo, aunque nos dijeron que está semana mataron a una familia”, mencionó respecto a la ejecución de cuatro personas durante un velorio en la colonia Cuauhtémoc.
Igual que Josué, Sergio lo ha intentado varias veces, en uno de sus viajes en 2010, en el tren camino a Tamaulipas, siete sujetos fuertemente armados los bajaron a él y otros 40 migrantes de los vagones y les pidieron dinero y con la AR-15 sobre su espalda, dieron lo que tenían, uno de los integrantes del Cartel Mexicano se distrajo, y Sergio pudo huir ese día.