Las Choapas, Ver
Carlos Angulo
Durante varias décadas se dedicó a la venta de elotes, los cuales vendía a las puertas de los hogares de las colonias Campo Nuevo, Centro, Tepito, Barrio de las Flores, entre otras, lugares que recorría diariamente con su triciclo, por lo que niños y adultos disfrutaban de sus ricos elotes preparados con mayonesa, limón y chile piquín o así nada más naturales.
El nombre que en vida llevó fue Valente Estrada Díaz, quien contaba con 70 años de edad, tenía su domicilio en la calle prolongación Francisco Sarabia de la colonia La Cuevita, quien era nativo de Chapultenango, Chiapas y desde joven decidió salir de su pueblo a probar suerte, llegando a Las Choapas, en donde llegó para quedarse, no sólo en esta tierra, sino en los corazones de muchas personas que realmente lo apreciaban.
A Don Valente, el elotero, como lo conocían muchos, ya había sufrido 3 infartos, de los cuales con cuidados y atenciones, la iba pasando, incluso sus hijos mayores que están en el vecino país del norte, le mandaban un recurso para que ya no trabajara, pero don Valente, no se resignaba a quedarse entre las paredes de su casa, por lo que continuaba trabajando vendiendo elotes, tal y como lo venía haciendo desde hace 40 años.
A decir de su viuda, Alicia Cámara, la noche del lunes, después de haber cenado se acostó a dormir, por lo que estando acostado le dio un infarto, el cual no resistió, por lo que sus familiares lo llevaron al hospital Doctor Pedro Coronel Pérez, donde ingresó sin signos vitales y ya nada pudieron hacer por él.
Los que conocían a Valente Estrada, señalan que era un señor muy trabajador, que incluso sus ganas de salir adelante, lo obligaron a irse una temporada a Estados Unidos, pero no le gustó, ya que no se halló, por lo que decidió regresar a su pueblo, Las Choapas, a seguir vendiendo elotes e incursionar en la venta de jugos, por la mañana vendía los jugos y por las tardes los elotes, para así sacar adelante a su familia.
Estrada Díaz, era una persona muy respetuosa, por lo que partió de este mundo, ganándose el cariño y respeto, de quienes en más de una ocasión le compraron sus elotes, por lo que ellos mismos piden que Descanse en paz.