✍🏻 Redacción Jaguar de Chilpancingo
Chilpancingo, Guerrero 14 de mayo de 2025 — Jonathan Maldonado Hernández, uno de los sobrevivientes del ataque contra los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa en Iguala, Guerrero, ocurrido entre el 26 y 27 de septiembre de 2014, falleció recientemente, según informó el Colectivo Nacional de Sobrevivientes del Caso Ayotzinapa a través de un comunicado dirigido a autoridades y medios de comunicación nacionales e internacionales.
Maldonado Hernández, quien sufrió la pérdida de varios dedos de la mano derecha a consecuencia de un disparo recibido aquella noche, tuvo un papel clave en las investigaciones oficiales del caso. Participó activamente en los trabajos de la Unidad Especial de Investigación y Litigación del Caso Ayotzinapa (UEILCA) de la Fiscalía General de la República y colaboró con el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), cuyos informes fueron fundamentales para exponer las responsabilidades del Estado mexicano.
El comunicado denuncia que, a pesar de su colaboración crucial para el avance en el esclarecimiento del caso que llevó al arresto de integrantes de cuerpos policiales y del Ejército, así como de miembros del crimen organizado, Maldonado murió en el abandono. Según el Colectivo, el sobreviviente enfrentó durante años cuadros severos de depresión y ansiedad, agravados por la falta de atención psicológica, médica y psiquiátrica por parte de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV).
“La ayuda médica nunca llegó”, afirman. Tampoco recibió rehabilitación adecuada tras la mutilación de su mano. En sus últimos días, tuvo que ser atendido en un hospital particular, debido a la falta de respuesta en las instituciones públicas. El documento también denuncia que, aunque el Gobierno de México prometió cubrir los gastos funerarios, hasta el momento de la redacción del comunicado, esto no se ha cumplido.
“En realidad, siempre estuvo desaparecido para las autoridades y sus instituciones”, sentencia el colectivo, que lamenta la revictimización, el estigma y la indiferencia institucional que Maldonado sufrió durante más de una década.
La muerte de Jonathan Maldonado Hernández vuelve a colocar en el centro de la discusión pública la situación de los sobrevivientes del caso Ayotzinapa, quienes, a más de 10 años del crimen, continúan exigiendo justicia y acompañamiento integral por parte del Estado mexicano.
La pregunta que deja su muerte, como subraya el colectivo en su comunicado, es tan dolorosa como contundente: ¿Qué tienen que hacer los sobrevivientes de Ayotzinapa para que se les escuche? ¿Seguir muriendo?.