Por El Bicho Politikón.
Es común en el mundo hacer una tregua por la Navidad, los corazones, henchidos de bondad, dedican bonitos mensajes a la familia, a los amigos y hasta a los enemigos (claro, todo desde algún dispositivo móvil para evitar el molesto contacto físico)…
Oiga Usted y El Bicho Politikón se unen a la celebración por la llegada del Salvador, del Rey de Reyes, del camino al Padre, que nos trajo un regalo que no hemos sabido valorar: el amor.
En Mateo 22:36-40 quedó registrado el mejor resumen de su legado… si tan solo pudiéramos ser fieles a estos dos mandamientos la historia de la humanidad sería muy distinta: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente”, y “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
La llegada de Jesús de Nazareth fue el mejor regalo que ha tenido la humanidad en toda su historia, pero tristemente es un regalo que mantenemos en un rincón de la casa, olvidado hasta que tenemos necesidad, entonces nos llenamos de ay’s y arrepentimientos momentáneos, guardamos el regalo hasta la próxima necesidad…
Hasta la llegada del Hijo de Dios, las cuestiones religiosas estaban apartadas para las clases pudientes, Jesús vino a dar esperanza al desvalido, valor a los olvidados de siempre, a dar su vida para que nosotros seamos eternos.
Después de Jesús, la humanidad volvió a lo de siempre, la casta gobernante se encargó de ‘comprar’ a la religión… ahora, en lugar de seguir simplemente sus enseñanzas, las distintas religiones cristianas se encargan de dividirnos, incluso, por cuestión de su nacimiento.
Por la necesidad de creer somos presa fácil de los estafadores y ninguno es tan peligroso como los pastores, padres, obispos que se hacen ricos con la fe.
Vaya el Oiga Usted de hoy para desearles una muy feliz navidad y que el verdadero amor cristiano inunde sus hogares.
Pues eso.
