Orizaba, Ver.- En medio de una creciente polémica por la difusión de un video en el que aparece una menor de edad bailando cerca de un tubo dentro de un bar, representantes del establecimiento “Lo Prohibido” ofrecieron una conferencia de prensa para defenderse de las críticas y deslindarse de responsabilidades. La vocera del comercio, Luz Tapia, acompañada por Abigail Cerón, encargada del bar, enfrentó a los medios en un intento por justificar lo ocurrido.
“La sociedad está criticando, yo no sé por qué entonces no critican TikTok, yo no sé por qué no critican otras conductas”, expresó Tapia ante las preguntas sobre el video que ha generado indignación en redes sociales y que motivó la clausura del negocio por parte de las autoridades municipales.
En las imágenes, ampliamente difundidas, se observa a una menor bailando cerca de un tubo en lo que parece ser la pista del bar, lo cual ha sido interpretado como una conducta inapropiada, dado el tipo de establecimiento.
Inicialmente, la rueda de prensa fue convocada por el club deportivo Orizaba FC, organizador del evento donde ocurrió el incidente. Sin embargo, la sede fue modificada a última hora, generando confusión. Finalmente, solo los representantes del bar acudieron al encuentro con los medios.
Durante su intervención, la licenciada Tapia insistió en que el evento del pasado 15 de junio fue de carácter privado, organizado por el equipo de fútbol y realizado a puerta cerrada. “Nosotros aquí únicamente estamos tratando de deslindar lo que es una mala imagen en representación del bar y también de la menor”, afirmó.
Lejos de asumir una postura autocrítica, Tapia aseguró que la menor “no estaba bailando en un tubo”, y que el baile formaba parte de una supuesta rutina de ballet. “La niña no estaba bailando en un tubo, estaba bailando en una isla de bailar. Yo vi el video, y no hubo ninguna conducta incorrecta. Para mí no es reprobable porque la niña ni la tocaron ni tocó el tubo”, sostuvo.
No obstante, especialistas en derechos de la infancia han señalado que la naturaleza del lugar y el contexto del evento resultan inadecuados para la participación de menores. “El problema no es si la niña estaba bailando ballet o no. El problema es que, en un lugar como ese, con una pista de baile y un ambiente destinado para otro tipo de recreación, no se debería permitir que los menores participen en actividades tan controvertidas”, expresó una madre de familia, quien pidió el anonimato.
Tapia argumentó que el evento contaba con un contrato formal y defendió al bar como un espacio recreativo abierto a eventos familiares. No obstante, al ser cuestionada sobre la presencia de menores, se limitó a declarar que el evento fue “totalmente familiar”, sin precisar si se había contemplado o autorizado la asistencia de niños.
Pese a la controversia, la administración del bar niega que haya existido conducta inapropiada y aseguró que se encuentran trabajando con su equipo legal para esclarecer las razones de la clausura, las cuales, dijeron, no han sido notificadas con claridad por el Ayuntamiento.