Por El Bicho Politicón
Lector, lectora, hoy, hoy, hoy me voy a referir al reciente videoescándalo donde la (ahora) excandidata a la alcaldía de Las Choapas, Eva Cadena, fue chamaqueada (dice) al recibir medio millón de pesos para ser entregados al “Peje”. El video en cuestión y la nota en sí, han sido repetidos por todos los medios nacionales y locales (algunos con más estridencia que otros), poniendo a Morena y su “mesías” como la encarnación de la corrupción en México.
Tengo algunas consideraciones y comparaciones al respecto.
A todas luces se ve la intención de “quemar” a López Obrador al afirmar, sin ninguna prueba, que recibió los dineros que tan acomedidamente le pusieron en su bolsita a Eva (solo les faltó decirle, “sonríe, estás en cámara infraganti”). Dineros que, supongo, son de origen particular, a diferencia de los 34 mil millones de pesos PÚBLICOS que desvió Duarte (ya no hablemos del otro Duarte, de Borgue, de Medina, de Moreira y muchos otros), que sí hiciéramos la suma de lo ROBADO por estás joyitas del PRI, nos daría una cifra de muchos miles de millones de pesos que necesitarían un camión de traslado de valores para mover tantos billetes.
Por lo que estamos en la situación de una donación (presuntamente ilegal) contra el desfalco de las arcas estatales (a todas luces ilegal) por parte de pillos salidos de la escuela priista.
Por eso me llama mucho la atención el grito del presidente nacional del PRI exigiendo cuentas claras y, como fiscal, condenando la paja en el ojo ajeno.
Por otro lado, la grabación presuntamente se hizo por el día 6 de abril, ¿por qué sale hasta ahora, un día antes del debate de los candidatos a gobernar el Estado de México?
Aclaro, no soy morenista, pero sí veo que la intención es pegarle al que va ganando la carrera por la presidencia, por lo que los golpes de este tipo van a continuar… las patadas apenas empiezan, la maquinaria se ha puesto en marcha.
El golpe mediático está dado, eso le va a restar puntos a los diferentes candidatos de Morena, por lo que tendrán que recurrir a una estrategia de reparación de daños, aunque la veo difícil.
Parece que la elección que tenemos que hacer es entre los que piden una bolsita para llevarse un dinerito o los que ocupan un camión blindado para robarse las arcas públicas.
Pues eso.
