Por El Bicho Politicón
Dice la teoría que la principal función de cualquier Estado es darle seguridad a sus gobernados, la realidad es muy distinta, por desgracia.
Durante febrero se cometieron en Veracruz 137 homicidios que, de una u otra forma, tuvieron que ver con el crimen organizado, en enero fueron 119, lo que pone al Estado en un deshonroso segundo lugar a nivel nacional, solo superado por el Estado de Guanajuato. Para poner las cifras en perspectiva, tenemos que en el año 2013 se registraron 531 averiguaciones por homicidio doloso, mientras que para los años 2014 y 2015 hubo una significativa reducción de muertes con 231 y 219 respectivamente.
En el año de 2016 se volvió a disparar la ola criminal al registrarse 537 homicidios, por lo que, de continuar con las cifras que hay, el presente año será, con creces, el año más sangriento de que se tenga memoria ya que en solo dos meses hay 256 muertes violentas y no se ve cómo se va a frenar este tsunami de violencia y caos.
Por otro lado, nadie parece preocupado por esto, desde el gobernador que está entretenido en buscar debates y reflectores para la siguiente campaña, hasta los funcionarios de todos los niveles de gobierno que con solo señalar que son muertes del crimen organizado se lavan las manos y los veracruzanos que se jodan.
La incapacidad gubernamental es gigantesca y criminal, lejos de asumir la responsabilidad, le lloriquean a la federación para que los salven, y que bueno que lleguen más policías, pero sin una estrategia mínimamente apegada a la realidad, va a continuar la carnicería. La impunidad es colosal y la inteligencia de los cuerpos de seguridad nula.
A este caos no se le ve fin…
Pues eso.
