Por El Bicho Politicón
Yo le pregunto mi querido lector, ¿ha cometido algún delito?, ¿es usted perseguido por la justicia por sus actividades corruptas? Mire usted, no se preocupe, vaya a las oficinas del pri en la cámara de diputados y escóndase, ahí no hay ley que lo alcance y va a tener servicio de lujo, con hermosas edecanes a su disposición. Hoy por hoy, no hay guarida más segura para los forajidos que las oficinas del pri en la cámara, en una de esas por ahí encuentran a los Duarte, ese par de pillos, tan escurridizos ellos.
Antonio Tarín García, el Director de Adquisiciones del fugado César Duarte, exgobernador de Chihuahua, llegó a la Cámara de Diputados a querer rendir protesta para adquirir fuero y no dar cuanta de los desvíos de algunos cuantos miles de millones de pesos, pero le cerraron la puerta, y bien dice el dicho, cuando una puerta se cierra, ahí están las puertas del PRI que se abren a cuanto forajido quiera entrar. Y entró.
Lo consintieron, lo apapacharon, le tramitaron su amparo y salió tan campante, ¿y la justicia, apá?, que se joda. De ese tamaño se las gastan en el PRI, ese partido que siempre vela por las causas justas y nobles de este país, como encubrir a maleantes y demás fauna nociva de la política, pero la culpa es de esos populistas que no quieren que México progrese.
No hay día en que no salga a la luz algún acto de corrupción por parte de aquellos que deben defender la institucionalidad del Estado, y tengo claro que lo que vemos es solamente la punta del iceberg, como he dicho, estamos llenos de un aparato burocrático tal, que hacen las instituciones se pudren en corrupción ante los ojos de todo el mundo, por lo que yo digo, ¡al diablo los corruptos que tienen jodido a México!
Ya basta de los Duarte, de los Peña, de los Chong, de los Ricárdez.
Refundemos la nación, hagámosla nuestra.
Pues eso.