Por El Bicho Politicón
Hay ocasiones en que, por desgracia, sufrimos algún accidente, del cual podemos arrastrar heridas mal cuidadas que suelen gangrenarse, esto es que la parte afectada se pudre y no hay más que amputar o arrancar de raíz ese mal. Pues algo similar sucede con el PRI y el gobierno.
Sucede que con la alternancia en el poder, allá por el lejano año 2000, el PAN tomó el poder pero no lo transformó en algo saludable para la sociedad, todos los vicios priistas fueron adoptados por el nuevo gobierno de Vicente Fox, con Calderón se sucedieron los hechos de corrupción, pero en cuanto el PRI recuperó la presidencia…
¡Madre mía! Esto fue una fiesta de corrupción, lo que me hace pensar que la cosa pública está en franca descomposición, a un año del cambio de presidente, el sistema huele a muerto, el gobierno no ha sido capaz de cortar de raíz el cáncer que lo ha carcomido y que lo corroe desde el nivel municipal hasta el federal.
Al no ser capaz de dar una mínima apariencia de honestidad, el hartazgo general se ve reflejado en las encuestas, donde los posibles candidatos del PRI a la presidencia están por los suelos. Lo mismo sucede en mi Moloacán amado, el desprestigio que tiene la pareja municipal va en caída libre, la campaña de Teresa Estrada no levanta, solo a través de la coerción es como tiene seguidores.
Y es que como dicen en las marchas: “El pueblo se cansa, de tanta pinche tranza”, por lo que para el 2018, la continuidad del PRI en el gobierno se verá truncada a fuerza de votos, lo mismo que en Moloacán, la gente está harta, por lo que veo un futuro donde Teresa Estrada va a alcanzar un patético tercer lugar.
Ya falta poco para sacar a los bandidos…
Pues eso.
