PANUCHOS Y UNA ORDEN DE PLÁTANOS FRITOS POR FAVOR… LAS CHOAPAS DE MIS AYERES…

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DOÑA CARMEN, BUENAS NOCHES…MEDIA ORDEN DE ARROZ CON CAMARON,..

POR ALFREDO BANDALA/60 MINUTOS FEBRERO 9 DEL 2021.

Doña Carmen, como todos los choapenses conocimos a esta gran señora de la cocina, nació un viernes 16 de Julio de 1943 en una ranchería del estado de Tabasco llamada Alvarado y fallece a la edad de 64 años un martes 16 de junio de 1998.
Era muy pequeña cuando perdió a sus padres y a la edad de 4 años , llega a vivir con la Sra. Matilde Hernández López a nuestra ciudad . Doña Maty era pariente lejano de los padres la mamá de doña Carmen.
Doña Carmen, siempre agradeció al hogar que la recibió y el barrio en el que le tocó vivir toda su vida, donde fue reina del carnaval que ahí se hacía año con año, organizados por doña Asteria, Don Leonardo y doña Cheya. Participaban todos los vecinos , se cerraba la calle Rébsamen y se adornaba, se ponían sillas en ambos lados , se ponían una tarima y ahí se hacía la coronación de la reina.
Cuatro hijos son los que tuvo doña Carmen: Isabel, Bertha Lila, Guadalupe y Arturo.
Desde muy niña tuvo que trabajar y a los 18 años de edad entra a laborar de mesera al restaurant Veracruz ubicado en el parque Hidalgo. Ahí conoce a Felipe Solórzano con quien tendría dos hijas , a Bertha Lila y Guadalupe. Logró llevarse muy bien con sus suegros , don Gustavo Solórzano y la Sra. Hermila Rosique quienes la apoyaron durante el terrible dolor de haber perdido a su actual pareja, Felipe, quien fallece a los 23 años de edad, dejando en la orfandad a dos pequeñas hijas, de 3 y 2 años de edad.
En la calle Emilio Carranza de la zona centro de Las Choapas, reconocida como la primer calle que hubo en la ciudad y que cuando nuestro municipio era congregación de Minatitlán, esa calle fue el centro comercial del momento, donde se asentaron los primeros comercios que hubieron. Años más tarde abre su cenaduría la Sra. Julia, teniendo un éxito rotundo todo el tiempo que estuvo al frente de la misma.
En esos momentos de desesperación por su viudez, la jovencita Carmen deja de trabajar y doña Julia le ofrece traspasarle la cenaduría que por muchos años atendió pues se sentía cansada y enferma. No lo pensó dos veces y acepta el compromiso, tuvo que enviar por un tiempo a sus dos hijas a Tuxpan con sus abuelos paternos.
Fue así que en 1964 , doña Carmen da inicio a la etapa más fructífera para ella y su familia al hacerse cargo de la cenaduría más conocida en Las Choapas, ubicada en Emilio Carranza # 16 esq. Juan Álvarez de uno de los barrios más emblemáticos de nuestra ciudad, el barrio de candela .
Ni doña Julia ni doña Carmen le pusieron nombre a la cenaduría, todos en Las Choapas decíamos “ vamos o fuimos a cenar con doña Carmen o doña Julia” en su momento.
El traspaso del negocio fue únicamente por mobiliario y trastes, la renta era muy aparte. El acuerdo entre ellas fue que le iba a dar un diario ( $) hasta liquidar la deuda . El dueño del inmueble, Sr. Leonardo Villamayor, papá de blanditas, nunca quiso vendérselo a pesar de los más de 35 años que doña Carmen estuvo como inquilina
El carácter y disponibilidad para atender a su clientela fue la clave del éxito de esta persona quien tenía 3 empleadas y desde las 8 de la mañana empezaban a cocinar para tener todo preparado y dar servicio de 4 pm a 2 de la mañana.
Quién no tiene la clara imagen de esta linda señora, verla con su lento caminar con la bolsa de mandado colgar de su brazo y cruzar el parque central de nuestra ciudad con rumbo al mercado Hidalgo para comprar el pollo, los camarones secos con las paisanas, el queso fresco con Corro, la carne de res con Solís y la carne de cerdo con Toribio en la “Nueva Esperanza” o Mario ” el Jalisco”. Las verduras, las compraba en el mercado sobre ruedas que se ponía en la col. México y los abarrotes en la mexicanita con Don Lucio y los hermanos Lelo.
Doña Carmen , al adquirir la cenaduría que doña Julia le había traspasado , tenía un gran peso por la fama que la dueña anterior había adquirido al vender ricos antojitos y cuyo menú se respetó, solo se hicieron algunas modificaciones en la forma de hacer las famosas blanditas. En la nueva administración, a la tortilla normal, se le reducía el tamaño recortándola con un vaso y ese fue el éxito, el nuevo tamaño y los ingredientes tradicionales.
El menú de esa cenaduría eran los tradicionales panuchos, las blanditas, los panuchos, el arroz con camarón seco, plátanos fritos con queso y crema, milanesas, pollo frito, mondongo, tacos fritos, los huevos cocidos y las patitas en vinagre . Para beber, había café, agua de cebada, aguas de horchata y Jamaica, atole y refrescos embotellados
Trabajaba todos los días de la semana , de lunes a jueves atendían un promedio de 100 a 150 personas pero los días viernes, sábados y domingos ese lugar era una romería pues era visita obligada de quienes iban de paseo al parque central Benito Juárez, salían del cinema o de misa, pues terminaban su día cenando con doña Carmen .
Claramente recuerdo cuando en sábado o domingo mis papás nos llevaban de paseo al parque con todos mis hermanos, mi abuelita Carmen, mis primos, tías . Alrededor de las 9 de la noche, nos íbamos a casa de mis abuelitos, Don Cornelio Almeida y Carmen García quienes vivían a una cuadra, en la calle 10 de mayo .
En cuanto llegábamos del parque a casa de mi abuelita, en automático nos íbamos mis hermanos , mis primos Pedro y Guillermo González Almeida, Juan Carlos Virgen Almeida a cenar con doña Carmen, quedaba a una cuadra y que risa les daba a los clientes que en cuanto entrabamos, le gritaba yo a doña Carmen “ Doña Carmen, me da un kilo de arroz con camarón para cenar por favor”, obvio, a mis 9 años de edad, no tenía idea de lo que era una orden de un kg de arroz con camarón . Ella , riendo , como siempre, me servía una orden para un niño de esa edad.
Si de cenaduría se trataba en Las Choapas en los años de los 70 y 80´s , el referente era la de doña Carmen a donde acudían a cenar desde políticos como Onésimo Escobar, Nachón, Manuel Izquierdo y la población en general. No hacían distingos en atender a uno u otro, dependiendo la hora en que llegaran a cenar, sabían que tendrían que esperar a que una de las bancas se desocupara para cenar cómodamente sentado.
Esa cenaduría era el centro de reunión de muchas familias de la localidad. Íbamos gente de campo nuevo, la sabana, barrio de las flores, Tepito, col. Centro, col Anáhuac, Vagos boys, Bondojito, J. Mario Rosado, los coquitos, col. México, col. Aviación, Huapacalito, de la cámara Junior, col. Olmeca , San José del Carmen, Tancochapa, incluso desde Cuichapa, Cerro de Nanchital y Río Playas,
El popular barrio de Candela , donde vivió Lupe la mala, su hermano Vivirindo, Blanditas, Caeco, Rosalino, los Urdapilleta, el finado caguamo, sus hermanos Betito y Pancho palomas, Paco Ferreiro, los Maliachi, José Luis Maravillas, el Chato Prados, el estilista Osvaldo, Chimino, Delta Rodríguez, Othón, Carlos el negro, Goyo Torruco , el Sr Riquelme , Pancho y Memo Barbosa, Arcelio, Doña Gloria, La familia Robles Hernández, El radio técnico Carlos Tapia, el paletero Vidal , Cheo y su hermana Alejandrina, hicieron junto con doña Carmen una de las historias urbanas más lindas de nuestra linda ciudad.
Por la cercanía de la casa Prados con el negocio de doña Carmen, era por de faul que cuando había un baile en ese salón de fiestas , terminaban cenando con ella. Cuando fue la sonora Santanera a tocar a la casa Prados, después de interpretar sus éxitos como “la boa, luces de Nueva York, bomboro quiñá quiñá, el mudo” fueron entrando a cenar Carlos Colorado, Silvestre Mercado, Juan Y Pepe Bustos, Andrés Terrones y se fueron muy satisfechos de haber probado los antojitos más deliciosos de toda la región.
“Nunca dejaré de agradecerle a Dios y a doña Julia haberme dado la oportunidad de tener mi negocio propio, del cual, pude darle una vida digna a mis hijos ” solía decir esta señora que era toda bondad. Cada fin de ciclo escolar, a cada niño del barrio candela que hubiese pasado el año escolar, les daba la cena gratis como premio
Gracias, muchas gracias doña Carmen, hasta donde sea que se encuentre por haber hecho a tanta gente de Las Choapas inmensamente feliz con sus deliciosos antojitos y le hacemos este reconocimiento público por su loable labor.
RESPETUOSAMENTE
JOSÉ ALFREDO BANDALA ALMEIDA
Agradezco a Bertha Lila Solórzano, Marco Antonio Bandala , Pedro González por apoyarme con información relevante para la realización del presente.
HAGÁMOS QUE MÁS CHOAPENSES CONOZCAN UNA PARTE DE LA HISTORIA DE NUESTRA CIUDAD COMPARTIENDO ESTA PUBLICACIÓN!!!

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