La bronca no era con el finado, que recibió cinco impactos de bala
LAS CHOAPAS, VER
JUAN CARLOS ANGULO
La muerte del empleado de Coppel, Jose Nengis Cruz Aguilar, quien contaba con 25 años, al parecer se debió al choque de un vehículo, por lo que al hacerse de palabras el extinto con otros sujetos, uno de ellos quien llevaba un pañuelo en la cabeza, descargó el arma en la humanidad del occiso y luego se dio a la fuga en una camioneta color negro.
De acuerdo a los datos recabados, el extinto el día miércoles había acudido al estado de Tabasco con un amigo, por lo que regresaron como a las 5:20 de la tarde y Cruz Aguilar, le mandó mensaje a su amigo en 5 ó 10 minutos se veían para tomarse unas caguamas por el calor.
El amigo del extinto traía un automóvil Chevy, que dejó estacionado en el callejón, que está a un costado de la calle Jinicuil, sin embargo, tres sujetos que iban en una camioneta marca Chevrolet, tipo pick up, color negro, golpearon el automóvil estacionado, por lo que ambas partes se hicieron de palabras.
El propietario del Chevy dañado al ver que estos tres sujetos –uno de ellos mecánico, otro al parecer es su chalan y otro más de como de 60 años, quien no se metió sólo observaba-, no se querían hacer cargo de los daños que le ocasionaron a su unidad, les dijo que lo demandarían, por lo que los sujetos se fueron en la camioneta.
Las cosas no pararon ahí, ya que el propietario del Chevy, dijo que movería el Chevy y regresaría en unos minutos, en tanto, José Nengis, seguía en la banqueta con las cervezas y mediante mensajes estaban comunicados, por lo que los sujetos de la camioneta negra regresaron de nuevo al lugar y preguntaron por el propietario del Chevy, pero como el finado les contesto mal, fue que el sujeto que traía un pañuelo en la cabeza, saco la pistola y disparó contra este y en cuanto al lesionado, este iba pasando en el lugar y quizás para no dejar testigos, el asesino también le disparó, pero no tuvo mucha puntería, debido a que lo hirió en la pantorrilla izquierda.
El sujeto salió huyendo en el callejón donde lo esperaban los de la camioneta negra para darse a la fuga y el propietario del Chevy, regresó a los pocos minutos y fue que vio a su amigo tirado en la banqueta sin vida y tras pensarlo mucho, fue que en la noche decidió acudir a las autoridades para informar cómo habían sido las cosas.