Juan Manuel Jiménez García.
Las Choapas Ver.
El problema de la prostitución en el parque central Benito Juárez García, persiste, a pesar que las autoridades de la pasada administración, había anunciado que se realzaría una reubicación de estas personas.
La situación se agrava, porque existen sexoservidoras y sexoservidores, que no cuentan con los permisos correspondientes, así lo señalaron un grupo de trabajadores del oficio más antiguo del mundo.
Acusan que otras personas que usan también los alrededores del parque para prostituirse, pero en su mayoría no cuentan con los exámenes médicos que están obligadas a realizarse cada periodo de determinado tiempo;
En entrevista con este medio, una de los sexoservidoras con más tiempo trabajando en este lugar, de nombre V. F. afirma lo siguiente;
“Mira, nosotras estamos de acuerdo en que el sol sale para todos, lo único que pedimos que las autoridades sean parejas, porque existen más trabajadores del sexo, que lo hacen sin tener un documento que los avale que cumplan con todos los requisitos, porque a nosotras sino nos obligan a hacerlo y creo que no es justo”.
Señala que algunos trabajadores sexuales, disfrazan esta actividad como puestos ambulantes en los arcos de este lugar;
“hay puestos ambulantes que son reunión de estos sexoservidores que no llevan un control, pero si se les exigen sus documentos, se defienden que solo están vendiendo, cosa que no es cierta, porque también vienen a trabajar en este negocio”.
Acusan también, que en ocasiones son víctimas de algunos policías, que para poder trabajar en el parque le pide la típica mochada, y que por esta situación, han solicitado una entrevista con las autoridades actuales.
Por último, nos dice que este negocio cada día es más difícil, las redes sociales han permitido que en el anonimato se den estos servicios;
“ahora solo basta poner un anuncio en Facebook o en el mismo WhatsApp, para contratar los servicios sexuales, con el riesgo de que las personas que acuden a estos encuentros, se topen con tipos o tipas locas que puedan ocasionarles algún daño”.
Apunta que la discriminación continúa hacia ellas, que son mal vistas todavía por algunos sectores de la sociedad, y que falta que las autoridades legislen leyes para su protección.