El terremoto de magnitud 7,8 en la escala de Richter que sacudido la madrugada de este lunes el sureste de Turquía y el norte de Siria y ha dejado más de 2.300 muertos y miles de heridos y desaparecidos.
En Turquía hay al menos 1.498 fallecidos y 5.383 heridos, según las autoridades, que han afirmado que hay también 2.834 edificios derrumbados. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha reconocido que es probable que la cifra de fallecidos aumente de forma considerable.
En Siria se han registrado más de 430 muertos y al menos 1.089 heridos en zonas controladas por el Gobierno, y 380 víctimas mortales y más de 1.000 heridos en la zona del noroeste controlada por los rebeldes. En la zona rebelde han colapsado más de 405 edificios, según la Defensa Civil Siria, conocidos también como los Cascos Blancos. Varias horas después del primer terremoto, otro seísmo de 7,5 grados —según el Centro Sismológico Europeo del Mediterráneo— ha sacudido el centro de Turquía, un país que está situado en una de las zonas sísmicas más activas del mundo. El último gran sismo, conocido como el terremoto de Izmit, ocurrió el 17 de agosto de 1999 y tuvo una magnitud de 7,6 que dejó más de 17.000 muertos.
Siria ordena el cierre de todos los centros educativos del país durante una semana
El Ministerio de Educación sirio ha ordenado este lunes el cierre de todos los jardines de infancia, escuelas y universidades del país durante una semana por el terremoto. El ministro de Educación sirio, Darem Tabaa, ha declarado a la agencia de noticias oficial siria SANA que, “tras examinar las condiciones de las escuelas y el estado general de los ciudadanos tras el terremoto de esta madrugada”, se ha decidido suspender durante una semana el funcionamiento de los centros educativos en todo el país. Asimismo, ha indicado que “tan solo una parte del personal administrativo” ha mantenido su horario laboral habitual en estos centros, con el objetivo de “brindar servicios de emergencia en caso de que sea necesario y para preparar las escuelas afectadas para que vuelvan a operar a principios de la semana que viene”, según SANA. Esta misma medida fue tomada también por las autoridades turcas, que han anunciado el cierre de los colegios de las diez provincias más afectadas por los terremotos. De esta forma, todos los centros educativos cerrarán sus puertas en Kahramanmaras, la provincia donde se registró el epicentro, así como en Gaziantep, Sanliurfa, Diyarbakir, Adana, Adiyaman, Malatya, Osmaniye, Hatay y Kilis, en el sureste de Turquía. (EFE)