Con violaciones a sus derechos humanos fueron liberados dos personas

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Omar Vázquez Valencia

Cosoleacaque, Ver.

Golpeados y con evidentes violaciones a sus derechos humanos fueron liberadas las dos personas acusadas verbalmente por el chófer del taxi 64 de Zaragoza por intento de asalto, quien después señaló presunto intento de secuestro aunque en ningún momento el delito fue fundamentado de manera legal ante la Fiscalía donde no obstante les requirieron 7 mil pesos para una pronta salida, trato que nunca fue cumplido pues pasaron 48 horas antes de ser puestos en libertad, en medio de amenazas de linchamiento, una camioneta calcinada y el robo de material de trabajo a manos de pobladores del mencionado lugar.

Feliciano Reyes Pérez, dijo que él junto a su acompañante, circulaban a la altura del camino “El Piñal”, procedían de cortar leña y por lo que viajaban en una camioneta en la que transportaban una motosierra, machetes y otros instrumentos la noche del domingo.

Explicó que el chófer de la unidad puso las luces altas al trabajador del volante iniciando así una gresca verbal a medio camino lo que hasta cierto punto se pensó quedaría en el mal momento y desacuerdo de ambas personas.

Al avanzar varios kilómetros, fueron capturados primeramente por taxistas que luego de golpearlos los entregaron a la Policía Municipal (PM), bajo amenazas de lincharlos, ante el primer señalamiento de intento de robo que pasó a la supuesta intención de secuestro.

Sin embargo, nunca existió la denuncia formal, dándose el incendio provocado por los enfurecidos taxistas junto al hurto de pertenencias de los trabajadores, que además de eso vivieron horas de tensión ante las amenazas de ser asesinados por la violenta turba.

Según señalan, quien se dijo agraviado ahora identificado como José Luis López Hernández, llegó 72 horas después a la Fiscalía pidiendo un reembolso que superaría los tres mil pesos bajo daño psicológico, petición a la que accedieron autoridades ministeriales pese a la ausencia de un cargo legal y a destiempo.

Al comprobarse la inocencia de los leñadores, nadie quiere responder por la quema provocada del vehículo y el evidente robo, tema del que la autoridad sigue evadiendo pese a los claros delitos cometidos por lo que ahora se supo fue “un mal entendido”.