‘Exprimen’ a ilegales

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Ante imposibilidad de abordar el tren conocido como ‘La Bestia’, se han abierto nuevas rutas para llegar a la frontera.

Agencia Reforma

Sin la posibilidad de que los indocumentados aborden el tren de carga conocido como “La Bestia”, se han abierto nuevas rutas migratorias y se han encarecido las cuotas que pagan por su traslado hacia la
frontera norte, alertaron activistas y organizaciones.

El sacerdote Alejandro Solalinde, fundador del Albergue Hermanos en el Camino, señaló que hace 7 meses había 12 rutas, cifra que subió a por lo menos 17 al inhibir el uso del ferrocarril.

Agregó que acabar con “La Bestia” ha significado que las cuotas que pagan los migrantes para llegar a la frontera norte pasen de mil 200 a mil 500 dólares en promedio, pero sin garantías de ningún tipo.

Marco Castillo, de la Asamblea Popular de Familias Migrantes, consideró que las medidas relacionadas con “la Bestia” y el Plan Frontera Sur, en general, no sólo han motivado el desarrollo de rutas “mucho más obscuras”, sino también que haya más indocumentados varados.

Dijo que otras consecuencias son que los migrantes caminen trayectos más largos y durante más tiempo, y que utilicen todo tipo de transporte terrestre en condiciones de riesgo, desde tráileres hasta camiones de traslado de productos.

Salva la Cruz, del Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdova, dijo que las medidas también han hecho que los albergues de migrantes se conviertan en una especie de campos de refugiados.

Motivan padres travesía migrante de menores

El Centro Capullos de DIF de Nuevo León, albergue creado para menores violentados, ha recibido desde el año pasado una mayor cantidad de niños migrantes centroamericanos que viajan solos desde sus países de origen para intentar llegar a Estados Unidos a reencontrarse con sus padres.

Los menores -a quienes se les cambia el nombre por motivos de seguridad-, son detectados por autoridades del INM y enviados a Capullos en lo que los consulados de sus países arreglan la documentación para repatriarlos. En promedio permanecen ahí entre 4 o 5 semanas.

Gabriela Zamora, investigadora del Colegio de la Frontera Norte, señaló en agosto pasado que los familiares pagan a los “guías” hasta 8 mil dólares para que crucen a los niños a Estados Unidos y ofrecen hasta tres intentos, sin una garantía.

 

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