Agencias
El alérgeno más frecuente a nivel mundial es el ácaro del polvo, que para estar presente en el ambiente necesita dos factores: calor y humedad y causa numerosos cuadros alérgicos, siendo los más prevalentes la rinitis, el asma y la dermatitis atópica.
Estos son enemigos invisibles, principales detonantes de alergias, los ácaros, los cuales pertenecen a la familia de los arácnidos, no pican, pero si causan efectos grandes en las personas, a quienes se identifican con alergias.
La mayoría de los humanos portan ácaros en los folículos pilosos de la piel durante toda su vida. Los ácaros foliculares son los únicos metazoos que viven continuamente en los humanos. Proponemos que Demodex folliculorum (Acari) representa una etapa de transición de un parásito obligado que daña al huésped a un simbionte obligado. Aquí, describimos el profundo impacto de esta transición en el genoma y la fisiología del ácaro
A diferencia de otros, los ácaros no penetran en el cuerpo humano, sino que desprenden partículas microscópicas que flotan en el aire, pero al ser inhaladas provocando estornudos, picazón o lagrimeo en la persona.
Las almohadas, colchones, sofás y cojines, son los lugares principales en donde se acumulan ellos, “con frecuencia se escucha hablar de alergias al ácaro, las cuales afectan a un gran número de personas, pero es esencial, conocer y detectar esto a tiempo en las personas”.
Se debe ventilar, exponer los colchones y almohadas a los rayos del sol, los cuales ayudan a disminuir la cantidad de estos microorganismo, es un mito “pensar que todos los tipos de polvo contienen ácaros”, ya que para que estos puedan sobrevivir, no puede estar ni al sol ni a la sequedad, ya que “estos pueden estar en el polvo doméstico de las viviendas, pero no en su exterior”.
Los ácaros microscópicos que viven en los poros humanos y se aparean en nuestras caras por la noche se están convirtiendo en organismos tan simplificados debido a sus estilos de vida inusuales que pronto podrían volverse uno con los humanos, según ha descubierto una nueva investigación.
Los ácaros se transmiten durante el nacimiento y son transportados por casi todos los humanos, con un número máximo en adultos a medida que los poros se agrandan. Miden alrededor de 0,3 mm de largo, se encuentran en los folículos pilosos de la cara y los pezones, incluidas las pestañas, y comen el sebo que las células liberan naturalmente en los poros. Se activan por la noche y se mueven entre los folículos buscando aparearse.
A no dudarlo, reitera, es importante la limpieza y tratar en lo posible a que los espacios les llegue luz solar, de esta forma se podrá contrarrestar la presencia de estos microorganismos en los hogares y oficinas.
Por ello, si una personas es afectada por estos, lo esencial es mantener las áreas limpias, si los inconvenientes persisten, debe visitar a un especialista para ver las alternativas que permitan mejorar su condición.
