Amigos y familiares despiden a don Héctor Baldovinos.

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Villa Cuichapa Moloacan Ver.- Descanse en Paz Hector Baldovinos Sánchez.

Cuichapa Mpio de Moloacán.

Juan Manuel Jiménez García.

V. Cuichapa Moloacan ver.- Familiares y amigos llegaron a velarlo en su domicilio.
V. Cuichapa Moloacan ver.- Familiares y amigos llegaron a velarlo en su domicilio.
V. Cuichapa Moloacan Ver.- Hector Baldovinos Sánchez (qepd).
V. Cuichapa Moloacan Ver.- Hector Baldovinos Sánchez (qepd).

Cuando Silvia y Víctor acompañaron a su esposo y padre a la terminal de autobuses esa tarde del 28 de enero, nunca imaginaron que era la última vez que lo verían con vida, se despidieron como muchas veces la habían hecho durante todos los años que él estaba trabajando en la sonda de Campeche en el golfo de México.

Don Héctor abrazó y besó a su amada esposa diciéndole cuanto la amaba, mientras que a su hijo le recomendó la casa y le volvió a recordar que siempre que él se encontraba trabajando pasaba a ser el jefe de la familia y que cuidara a su madre, después de esto se dieron un fuerte apretón de manos y unas palmadas en la espalda.

Esperaron en el andén hasta que el autobús se perdió rumbo a la salida, de regreso a Villa Cuichapa Doña Silvia en silencio pronuncio una oración pidiendo al creador que lo cuidará y trajera de regreso a casa como lo había hecho siempre.

Todo parecía normal, sin contratiempos y cada uno de los integrantes de esta familia realizaba sus actividades cotidianas esperando que pasaran los quince días de trabajo de Don Héctor y poder estar todos juntos, salir a comer, ver tele y visitar a los amigos.

El día 7 de Enero a muchos kilómetros mar adentro las actividades de la Plataforma Petrolera Abkalún eran normales, los trabajadores que les había tocado el turno de la mañana se encontraban abrigados debido a un frente frio que  había entrado a la sonda de Campeche desde el viernes.

Entre ellos se encontraba Don Héctor que mirando la profundidad del océano meditaba sobre su cercana jubilación y hacia planes para aprovechar todo el tiempo que iba a tener disponible, entre sonrisas se imaginaba en su rancho cuidando a sus animales, actividad que le gustaba y disfrutaba.

De igual manera se imaginó frente su pantalla disfrutando otro de sus pasatiempos favoritos como lo era el futbol, y aunque no tenía un equipo consentido siempre le gustaba ver perder al América ya que siempre se declaró abiertamente en contra de esta escuadra.

De pronto estos pensamientos se vieron interrumpidos por el sonido de las sirenas que advertían que en la plataforma algo andaba mal, se vio inmerso entre sus demás compañeros corriendo de un lado para otro, respetando las medidas de seguridad que año con año la compañía les enseñaba en capacitación.

Además no era su primer accidente, ya en ocasiones anteriores había experimentado estas situaciones y habían salido bien librados, los incendios eran parte del trabajo y hasta el momento los cuerpos de bomberos habían sofocado sin ningún contratiempo, así que pensó en sus adentros que este no sería diferente.

De pronto se escuchó un gran estruendo producto de una explosión…Don Héctor vio su reloj que marcaba 6:55 de la mañana, después el rostro de su esposa Silvia y de su Hijo Víctor.

Mientras tanto en Villa Cuichapa sus habitantes se disponían a asistir a la iglesia, desayunar en el mercado, los jóvenes a sus partidos de futbol, otros optaron en quedarse acostados unas horas más.

De pronto los medios de comunicación daban a conocer la magnitud del accidente, se empezaron a ver las primeras imágenes del siniestro, la información fluía según  se le permitía conocer datos precisos, fue 60 MINUTOS MULTIMEDIOS quien con previa investigación y confirmación que dio la noticia que a raíz del incendio en la plataforma Abkalún había personas fallecidas.

Lamentablemente dos de las personas que perdieron la vida en el accidente eran de Villa Cuichapa, entre ellos Don Héctor Baldovinos Sánchez de 51 años de edad, al darse a conocer la noticia los habitantes se mostraron consternados ya que era ampliamente conocido y querido por sus amigos y vecinos.

Hoy Villa Cuichapa pierde a unos de sus hijos pródigos, gente de trabajo y esfuerzo y que contribuyeron para la grandeza de este lugar, ejemplo de constancia y disciplina que seguramente será heredado a su generación futura.

Nacido en Los Altos Jalisco pero desde pequeño sus padres lo trajeron a Villa Cuichapa donde conoció al amor de su vida (Doña Silvia) y procreo a su vástago, tierra que le brindó la oportunidad de trabajar para una de las empresas más importantes del mundo como lo es Petróleos Mexicanos.

Hoy su pueblo le rinde un merecido homenaje, un reconocimiento, amigos y familiares acompañan en estos momentos a Don Héctor en su hogar, en la calle Insurgentes # 76 de la colonia Aviación, arteria que ha sido insuficiente para albergar a todas las personas que han acudido a despedirse del amigo, del vecino, del trabajador de Pemex, del esposo, del padre.

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