Impregnadas de aceite, lugareños rescatan aves migratorias, que con el tóxico se asfixian.
A diez días de haber denunciado el derrame de aceite en un ducto de Petróleos Mexicanos por pobladores de La Loma y Tucta, la paraestatal no ha podido controlar la fuga; el olor llega hasta estas comunidades, temen por su salud, mientras que animales silvestres como garzas y patillos se dejan caer en las comunidades, al no soportar el peso de sus alas empapadas del tóxico.
Vicente Hernández Pérez delegado del poblado Tucta, acompañado de varias personas llegaron hasta el lugar donde se ubica el área siniestrada por la fuga de aceite de la línea de 16 pulgadas, que transporta aceite, constatando de esta manera el daño a la ecología y a los ciudadanos que viven en estas demarcaciones.
La fuga se localiza en el poblado Tucta, en la colindancia de los Camellones Chontales y terrenos de particulares; los daños al ecosistema son cuantiosos, debido a que el lugar del derrame es una zona pantanosa y muy húmeda, lo que hace casi imposible de limpiar el lugar siniestrado, y lo más peligroso son las partículas volátiles que emanan de este lugar, ya que la fetidez se respira hasta en el mismo poblado Tucta.
Hernández Pérez destacó que tiene reporte de varias personas con problemas respiratorios y vómitos, a causa de oler el aire contaminado por el derrame; exigen a las autoridades de Petroleos Mexicanos envíen médicos para valorar la salud de todas las personas que están respirando el aire contaminante.
Aves silvestres como garzas, correas, o martín pescador, entre otras que se alimentan de peces, caen en la comunidad al no poder sostener el peso que tienen sus plumas impregnadas de aceite; pobladores han ayudado a algunas aves echándole agua hasta quitarles el aceite que traen sus plumas, algunas han muerto en alambrados, y otras aves sólo se agazapan en los árboles esperando la muerte.
Con información de Tabasco Hoy
