Entre la variedad que hay en el mercado, puedes encontrar de fibrocemento, fibra de vidrio, plástico, cemento y barro

Te has decidido a poner tus plantas en una bonita maceta, pero… a la hora de elegir la más adecuada te encuentras con una amplia gama, tanto en el tamaño y forma, como el material de elaboración de la misma.

Entre la gran variedad de macetas que hay en el mercado común, puedes encontrar de fibrocemento, fibra de vidrio, plástico, cemento y barro cocido.

Macetas de plástico. Son las más económicas y retienen una mayor humedad, lo que evita el trabajo de tener que regar frecuentemente la planta.

Son livianas, y como no duran demasiado tiempo nos obligan a tener que cambiarlas cada dos años (aproximadamente), por lo que es ideal, ya que es el tiempo que suelen necesitar la mayoría de las plantas para ser transplantadas a un recinto un poco más grande. Su principal desventaja es que se enfrían demasiado en el invierno, y se calienta con rapidez en el verano.

Macetas de fibra de vidrio. Estas macetas duran mucho tiempo, y comparten las mismas ventajas y desventajas que las macetas de plástico en lo que se refiere a humedad, peso y temperatura. La principal desventaja se ve reflejada en el precio, ya que suelen ser entre 8 y 10 veces más caras que las anteriores.

Macetas de cerámica, cemento y fibrocemento. Estas macetas tiene la ventaja de ser térmicas, es decir, no se enfrían tanto en invierno ni se calienta demasiado en el verano. Su desventaja la encontramos en el peso, que se rompen con mayor facilidad y no retienen demasiado la humedad ya que transpiran, por lo que la planta debe ser regada con mayor asiduidad. Para evitar el regado continuo se pueden impermeabilizar por dentro pintándolas con barniz.

De acuerdo con la forma, las redondas son las más convenientes, ya que permiten una mejor distribución del agua dentro del sustrato. Pero si la estética o el lugar no nos lo permite, cualquier forma será igualmente bienvenida.