Pone candados a la contratación de proveeduría de productos y servicios; empresa que viole normas será sancionada.
Ciudad de México
Agencias
La batalla contra la corrupción, el robo y los malos manejos en Pemex se está dando en todos los rubros.
Desde el arranque de esta administración se inició con el combate al robo de combustible y el despido e investigación de empleados de bajo nivel hasta los de cargos directivos.
Ahora, la Empresa Productiva del Estado está enfocando sus baterías en los contratos con proveedores de productos y servicios, en donde durante décadas se han dado los más altos niveles de corrupción.
Uno de los casos más sonados y que no quiere el gobierno del presidente López Obrados se vuelvan a repetir, es el de los contratos entre Pemex y la brasileña Odebrecht.
Y es que de acuerdo con reportes de la ex Procuraduría General de la República, hubo cinco presuntos sobornos de Odebrecht por cinco millones de dólares entre 2013 y 2014, mismos que coincidieron con fechas de la asignación de un contrato con Pemex por mil 436 millones de pesos en la refinería de Tula.
Ante ello Pemex reportó que aumentaron los controles en los procedimientos de contratación y en los contratos, “como una medida para terminar con la corrupción al interior de la empresa”.
Es decir, de acuerdo con Salvador de la Mora, titular de Control Institucional de Pemex, se blindaron los contratos con cláusulas anticorrupción, en donde cualquier proveedor que infrinja una de las normas de ética se le puede rescindir su contrato de inmediato.
“No hay tolerancia, cero tolerancia y se empiezan a establecer controles en cada uno de los procedimientos, en cada una de las acciones”, señaló.
